Se trata de las filiales de tecnología de la información gedas y de alquiler de coches Europcar, para las que también se baraja como opción una salida a Bolsa o “una expansión estratégica”, precisó la compañía con sede en la ciudad de Wolfsburgo.
El Consejo de Vigilancia otorgó poder al directorio para examinar todas las variantes. El mayor constructor de automóviles de Europa ha puesto bajo la lupa la totalidad de las áreas de negocios con el fin de recortar gastos y exceso de capacidad productiva.
El Consejo de Vigilancia recibió asimismo en su sesión del viernes un informe oral de auditores financieros sobre el escándalo de corrupción que sacude desde hace tres meses a la empresa, pero sin que trascendieran detalles.
La gedas AG con sede en Berlín, así como la empresa de alquiler de automóviles Europcar International SA (con sede en París) son subsidiarias al 100% de Volkswagen.
Sobre la venta de gedas circulan rumores desde hace años.
La noticia fue mal recibida en un primer momento en los mercados bursátiles. Después de repuntar el jueves ante la posibilidad de que el multimillonario estadounidense Kirk Kerkorian se sumase a Volkswagen, las acciones cayeron.
Según los corredores de bolsa, los inversionistas esperaban novedades más concretas. Con el correr de las horas, los títulos volvieron a escalar y llegaron hasta los 52.53 euros, el nivel más alto desde junio de 2002.
Según comunicó la compañía, las opciones sobre el futuro de gedas y Europcar no inciden en las previsiones para 2005, en el que la directiva espera mejorar los resultados operativos y los beneficios antes de impuestos respecto al año anterior.
En cuanto al escándalo de corrupción en el que están involucrados varios ejecutivos y ex miembros del comité de empresa, la empresa comunicó que en noviembre recibirá el informe escrito de la auditora KPMG.
La fiscalía alemana investiga a dos ex altos cargos y al antiguo presidente del comité de empresa por fraude y malversación de fondos.
Al parecer, los ejecutivos formaron una red de firmas fantasmas para desviar dinero de Volkswagen y sobornaban al comité de empresa con viajes de lujo y el servicio de prostitutas.
El escándalo costó el puesto al miembro de directorio Peter Hartz, conocido por ser autor de una amplia reforma laboral que aplicó el gobierno del socialdemócrata Gerhard Schroeder.