Desde hace más de tres años y medio trabajadores de compañías locales e internacionales instaladas en México han interpuesto distintas quejas laborales a través del mecanismo acordado en el Tratado entre México Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ante supuestas violaciones de sus derechos, un sistema que ha intentado equilibrar el trato de los obreros en la región de América del Norte, que a nivel industria es una de las más activas.
A simple vista, la mayoría de los resultados del Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida en instalaciones específicas (MLRR) en estos años han sido favorables para miles de trabajadores al ser reinstalados en sus puestos, recibiendo salarios atrasados o llevando a cabo su derecho a libertad de asociación y negociación colectiva, evidenciando el que las compañías prefieren sanear sus políticas laborales a perder sus beneficios dentro del tratado comercial.
En la extendida negociación del T-MEC, en vigor desde el 1 de julio de 2020, se incluyó el apartado 23-A que señala que se debe garantizar que los trabajadores puedan acceder a una negociación colectiva auténtica, para lo que es indispensable la existencia de una democracia sindical y libertad de asociación.
“Ya se le pusieron dientes al tratado, ahora ya hay agregados laborales en nuestro país. Ahora Estados Unidos y Canadá están revisando y verificando que las empresas realmente cumplan el capítulo laboral”, comenta en entrevista a T21 Alberto Bustamante, consejero y analista del sector automotriz y de autopartes.
El mecanismo laboral se ha distinguido por…
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