Por Juan Cardona.*
En la era moderna, donde la tecnología impregna cada aspecto de nuestras vidas, un ámbito que ha experimentado avances significativos es el transporte. Con la evolución de la video telemática, ha surgido una herramienta revolucionaria, que no solo mejora la gestión de flotas, sino que también promueve prácticas de conducción responsables.
Tecnologías como el GPS, las cámaras y los sensores en los vehículos que conforman la video telemática ayudan a proporcionar información en tiempo real sobre el comportamiento de un vehículo y de un conductor. Esta poderosa combinación ofrece una gran cantidad de beneficios, siendo uno de los más notables la promoción de la conducción responsable.
Fomentar la responsabilidad es fundamental para la conducción, y la video telemática actúa como el ojo vigilante que captura cada momento en la carretera. Equipados con cámaras hacia adentro y hacia afuera, estos sistemas registran datos cruciales, incluidas las acciones del conductor, las condiciones de la carretera y el tráfico circundante. Estos datos actúan como un espejo, reflejando tanto los aspectos loables como los preocupantes del comportamiento de conducción.
Para los conductores, la presencia de esta tecnología funge como un recordatorio constante de conducción responsable. Dicho de otra forma, saber que sus acciones están siendo monitoreadas fomenta un sentido de responsabilidad, lo que los lleva a cumplir con las regulaciones de tráfico, mantener velocidades seguras y evitar maniobras imprudentes. Además, la conciencia de que su comportamiento al volante influye directamente en su seguridad y en la de los demás refuerza la importancia de la conciencia en la carretera.
Más allá de la responsabilidad individual, la tecnología también facilita mecanismos de coaching y retroalimentación. Al analizar las imágenes y los datos grabados, los gerentes de flotas pueden identificar patrones de comportamiento riesgoso y proporcionar entrenamiento específico a los conductores. Este enfoque proactivo no solo corrige errores, sino que también fomenta una cultura de mejora continua, lo que conduce a carreteras más seguras.
A todos se nos ha cerrado un tráiler en la carretera dejándonos reflexionando de la magnitud de las consecuencias que un accidente podría traer. La presencia de tecnología que monitorea cada detalle actúa como un disuasivo contra prácticas de conducción irresponsables. El conocimiento de que sus acciones están siendo observadas desalienta a los conductores a participar en comportamientos como el exceso de velocidad, la conducción distraída o las maniobras agresivas. Como resultado, disminuyen los incidentes y las violaciones de tráfico, lo que conduce a una mayor seguridad vial para todos.
Además de promover la conducción responsable a un nivel particular, la tecnología para los vehículos de carga también contribuye a beneficios sociales más amplios. Al reducir la frecuencia de accidentes e incidentes, estos sistemas alivian la carga sobre los servicios de emergencia, los sistemas de salud y la infraestructura. Además, la disminución resultante en las reclamaciones de seguros lleva a ahorros de costos tanto para las empresas como para las aseguradoras, beneficiando en última instancia a la economía en su conjunto.
Sin embargo, la efectividad de estas tecnologías dependen en última instancia de los esfuerzos colaborativos de los conductores y los gerentes de flotas. Abrazar la tecnología requiere un cambio de mentalidad, de verla como una herramienta de vigilancia a reconocerla como un catalizador para un cambio positivo.
Mientras avanzamos hacia un futuro de mayor seguridad vial, aprovechemos el poder de esta tecnología para guiarnos en la dirección correcta.
Consulta la columna anterior de Juan Cardona: ¿Hardware o software? La creación de soluciones integrales para cada flota.
*Juan Cardona es vicepresidente de Ventas de Geotab en América Latina.
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