El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló este lunes que el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) creció un 2.5% en abril pasado a tasa anual, por arriba de lo esperado por especialistas económicos.
Con este dato se confirma que la actividad económica de México presenta un promedio de crecimiento de 3.4% anual durante el primer cuatrimestre del año.
A tasa mensual, en abril se recuperó del descenso previo y, de hecho, vio su mayor expansión en 13 lecturas.
“La actividad volvió a mostrar resiliencia al inicio del 2T (segundo trimestre), pero podría perder dinamismo en la segunda mitad del año, en función de los efectos del apretamiento monetario y un menor crecimiento externo”, de acuerdo con Grupo Financiero Ve por Más (GFB×+), quien mantenía una expectativa de crecimiento anual de 2.1% para el cuarto mes de 2023.
Las tres ramas de la actividad avanzaron respecto a marzo. El sector Agropecuario mostró un crecimiento anual de 2.9% en abril pasado y de 1.2% respecto al mes anterior. Recuperó parte del descenso mensual previo (-1.6%), siguiendo el alza en exportaciones (mil 900 millones de dólares), manufactura alimenticia y servicios de preparación de alimentos y bebidas. Se situó 6.9% encima de niveles de enero 2020.
La Industria presentó un crecimiento anual de 0.7% en el cuarto mes de este año, y un alza mensual de 0.4 por ciento. El rebote de abril no logró compensar la baja de marzo (-0.9%), que fue la mayor desde septiembre 2021, pero se mantuvo 0.3% arriba de niveles pre-covid. El repunte fue liderado por el sector manufacturero, en línea con la aceleración en la industria estadounidense.
El sector Servicios mostró un alza en abril de 3.3% año contra año, y de 1.0% mes contra mes. Vio su mayor alza mensual en tres lecturas y se posicionó 2.2% arriba de lo visto antes de la pandemia. El bajo desempleo pudo seguir apoyando al comercio, servicios de esparcimiento y de alojamiento y preparación de alimentos.
El GFBx+ estimó que el crecimiento puede ser menos fuerte en el segundo semestre
La actividad ha exhibido resiliencia en el primer cuatrimestre del año. Sin embargo, el grupo financiero estimó que se modere en el 2S (segundo semestre), ante los efectos del endurecimiento monetario y de un menor crecimiento externo.
“El consumo seguiría soportado en el corto plazo por el bajo desempleo, pero el mercado laboral podría perder fuerza conforme se enfríe la actividad económica. Por otro lado, niveles de inflación todavía algo elevados erosionarán el poder adquisitivo de los hogares, quienes además seguirán enfrentando el encarecimiento del costo del crédito. La inversión puede perder dinamismo en un entorno de altas tasas de interés, erosión en márgenes de utilidad (inflación) y menor confianza económica (temor a una próxima recesión)”, indicó.
Por otro lado, previó que parte de ello sea compensado, siempre y cuando continúen concretándose proyectos asociados al nearshoring y al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), especialmente en el norte del país. El menor crecimiento externo esperado, especialmente en los Estados Unidos –donde unos indicadores de actividad industrial ya muestran cierto deterioro-, impactará a México a través de la exportación y la captación de remesas.
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