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En su análisis al mes de julio, considera que la construcción de vivienda no residencial será la que mantendrá un comportamiento positivo, pero a una menor tasa de crecimiento de lo que venía observando hasta el primer semestre del año.
Sin embargo, en el mediano plazo, la institución bancaria líder en el país, ve un escenario positivo con la aplicación de la nueva Ley de Asociaciones Público Privadas, la cual será una excelente oportunidad de crecimiento. Así como las nuevas políticas públicas que se generen en la próxima administración, las cuales podrían enfocarse en el sector comunicaciones, transporte y energía, dice.
“Sobre todo si en la próxima administración se considera que la infraestructura es básica para el desarrollo de un país como impulsor de la economía desde la generación de empleo hasta la articulación de cadenas productivas. Aún hay que esperar la publicación del nuevo Plan de Infraestructura, pero algunos proyectos de gran impacto como puertos, aeropuertos, y expansión de infraestructura energética serían los soportes para incorporar nuevos pisos y aumentar la altura de esta construcción”.
Agrega que el financiamiento al sector es consistente con la actividad real por tipo de construcción, donde la edificación no residencial jugará el papel dominante en el corto plazo. Y sugiere que será necesaria la recuperación de la edificación residencial para que el paso ascendente de la construcción se mantenga en el mediano plazo, donde el fortalecimiento de la demanda se vuelve primordial a través del empleo de calidad.
La construcción es una de las industrias con mayor impacto en otras ramas económicas, por lo que su buen ritmo es un detonante económico importante, considera.