Darío Celis
Fuente: Excélsior
Nubarrones en Alsea por cierres de Starbucks y hora cero con Italiannis
Malos tiempos para Starbucks, que en Estados Unidos anunció el cierre de más de 616 sucursales de aquí al 2009. Para que se dé una idea de cómo la crisis está pegando allá, implica recortar casi 10% de sus locales.
Con esta medida, el enigmático Howard Schultz echará a la calle a aproximadamente 12 mil personas, justo en el momento en que los estadounidenses no tienen ni para pagar sus hipotecas.
En México, Starbucks se encuentra todavía en pleno crecimiento acelerado a cargo del Grupo Alsea, que dirige Arturo Barahona, único franquiciatario, y que gracias a Dominos Pizza ha logrado sostener aún su expansión.
Sin embargo, los tiempos se vienen difíciles para este grupo de los hermanos Armando, Cosme y Alberto Torrado, ya que ahora sí se ve factible el inicio formal de la batalla jurídica con Italiannis, de Víctor Cachoua.
Hoy puede ser un día clave, pues los de Alsea tendrán consejo y se deberá tomar una decisión de honrar el acuerdo con la cadena de comida italiana, en stand-by desde mayo, o enfrentar un largo y costoso litigio por incumplimiento.
Al margen de que “dieron por terminado” el acuerdo con Italiannis vía una notificación a la bolsa el 5 de junio, los Torrado dejaron de lado la existencia de un contrato formal que firmaron con los Cachoua por 20 años.
Los de Italiannis han esperado que cumplan su parte, pero el estilo de Alsea no ha sido precisamente el más ético. Pretenden argumentar que su contraparte no cumplió sus compromisos.
El punto es que existe constancia ante notario de la entrega oportuna de toda la documentación y varios episodios posteriores al supuesto rompimiento en los que los Torrado han tratado de renegociar el precio.
Alsea debe tener muchas ganas de quedarse con los 39 Italiannis para estar jugando con fuego.
Modelo con SAB
El quid de la solución para Grupo Modelo va estar en la interpretación jurídica que legalmente sea la correcta en el contrato que firmaron en 1993 con Anheuser Busch, que preside August Busch IV. Si a los mexicanos les asiste el derecho de preferencia sobre la oferta de compra de InBev, buscarán recomprar el 50.2% que poseen los estadounidenses. Esto va significar una reestructuración de los accionistas, donde la familia de Antonino Fernández buscaría retener el control y los títulos con mayores derechos. Ahí están Carlos Fernández, Valentín Diez Morodo, María Asunción y Lucrecia Aramburuzabala, Pablo y Cesáreo González Diez, Juan Sánchez Navarro-Redo, entre otros. El punto es que si procede esta operación de recompra Modelo necesariamente tendría que abrir el capital a nuevos socios. No descarte que pudiera ser la inglesa SAB-Miller, que era la número uno hasta antes de la fusión de InBev.
Omega,Tradeco y FCC
Ayer, pero en el DF, fue la adjudicación de los tres tramos de la Mazatlán-Durango, esta carretera compleja por los 57 túneles que involucra, lo que lo hace uno de los ejes transversales más importantes para el país. El paquete más grande, de 47 kilómetros, fue para la mexicana Omega de Jorge Melgarejo y la española Aldesa, tras ofertar alrededor de 3 mil 900 millones de pesos. El segundo, de 10 kilómetros, se lo llevó la dupla Tradeco, de Federico Martínez, y Protexa, de Humberto Lobo, con una oferta de 2 mil 50 millones de pesos. Y finalmente el tercero, de 15 kilómetros, se lo adjudicaron a la hispana FCC, de Esther Koplowitz, y La Peninsular, de Carlos Hank Rohn, con 2 mil 300 millones de pesos. Al final, lo obra andará en los 802 millones de dólares. Ni Luis Téllez ni los gobernadores de Sinaloa y Durango estuvieron presentes.
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CAPITANES
Fuente: Reforma
Italiannis contra Alsea
Nos cuentan que los de Italiannis que comanda Juan Carlos Cachoua, harán todo por concretar la venta de su firma de restaurantes.
Su arma principal es el contrato de compra que los "Pizzeros" Torrado, dueños de Alsea y de las franquicias de Dominos y Starbucks firmaron aparentemente el 14 de mayo.
La constancia de este acuerdo está incluso en la CFC, que lleva Eduardo Pérez Motta, en cuyo sitio web exhibe la aprobación de la transacción.
Dicen que los de Alsea trataron de aprovechar que Italiannis ya había abierto y revelado mucha información estratégica.
Así que el día convenido para el pago, presionaron para reducir el monto de la operación y obtener beneficios adicionales que no eran parte del pacto original, a lo que se opuso Cachoua y su grupo pues ya había un contrato firmado.
Habrá que esperar para ver si finalmente hay una denuncia formal en contra de los Torrado pero lo cierto es que esta pizza ya se pasó de tueste.
Apuestan contra el IEPS
Ya le habíamos comentado que Jorge Hank Rohn con su Grupo Caliente, impugnó el nuevo impuesto a juegos y sorteos.
Se trata de este nuevo gravamen que el Congreso impuso en la Ley del IEPS a las casas de juego para que paguen una tasa de 20 por ciento sobre sus ingresos.
Pues apunte ahora a otro inconforme con esta carga fiscal.
Es nada menos que Televisión Azteca, que lleva Mario San Román.
La televisora presentó el 8 de julio una demanda de amparo para impugnar todo el sistema previsto en la Ley del IEPS.
Azteca no ha incursionado en el negocio de los casinos, perdón, centros de apuesta, como lo hizo Televisa por medio de Apuestas Internacionales, pero sí tiene programas de sorteo que usan el número 01-900 y mensajes de texto desde el celular.
Ganamanía es el más conocido y como el resultado depende del azar, también resulta afectado por el nuevo impuesto.
Para que se dé una idea de cuánto durará este pleito, el juicio de Caliente lleva cinco meses en trámite, y no ha recibido sentencia de primera instancia.
La pampa regia
En esta conquista de Sudamérica por parte de mexicanos, no pierda de vista los pasos de la regiomontana Embotelladoras Arca.
Se trata de la firma comandada por Francisco Garza Egloff, que distribuye entre otras cosas, productos Coca-Cola en el norte del País.
Si Arca concreta sus planes, los mexicanos, ya sumando la actividad de Femsa en la región, podrían dominar pronto el mercado de Coca-Cola en Argentina.
Ya ve usted que en marzo Arca compró al pampero Grupo Guerrero.
Pues ahora avanza a grandes pasos la compra de Grupo Yege, que concluiría en tres meses, si no hay pero por parte de autoridades locales.
Con la posesión de estas dos firmas, Arca tendrá 23 por ciento del mercado de Coca-Cola en Argentina.
Y si a esto le añade las operaciones de la también mexicana Coca-Cola Femsa, que lleva Carlos Salazar, los mexicanos ya controlarán el 60 por ciento del mercado de la marca en Argentina.
Para pagar la adquisición de Grupo Yege, Arca emitiría unos mil 500 millones de pesos en un plan de deuda de su programa autorizado hasta por 6 mil millones de pesos.
De paso, los bonos de deuda también le servirían a las huestes de Garza Egloff para quitarse el pendiente de comprar la parte restante de Bokados, la firma de botanas que adquirió en enero de 2007.
China con la IP
China está por llegar hasta al Consejo Ejecutivo de Empresas Globales, que encabeza Julio de Quesada.
Sucede que Lenovo, que lleva William Amelio, podría integrarse en breve a esta organización que expone los puntos de vista de los mayores empleadores e inversionistas en México.
La visión de los chinos será muy relevante en un organismo que cada vez pesa más en México.
Fernando Senderos Mestre…
El capitán de Kuo, antes Desc, dueño de marcas como Del Fuerte, cambió el curso su compañía asociándose con Herdez para comercializar mejor sus productos con grandes clientes como Wal-Mart. Ante pronósticos del 28 por ciento de aumento en sus ventas en este trimestre, sólo en julio el precio de su acción acumula un incremento de 16 por ciento.
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Consejería
Pedro Alonso
Fuente: Excélsior
Ronda de Doha en Ginebra:la esperanza muere al último
Hace cinco años tuve la oportunidad de asistir a la reunión que se llevó a cabo en Cancún, de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Fue uno de los eventos más sonados de entonces por varias razones. Una de ellas es que el gobierno de Vicente Fox se colgó la medalla, por anticipado, en el sentido de decir, como habitualmente ocurre con nuestros gobiernos, de que México había sido designado sede de tan importante encuentro por la confianza que en nuestro país —o sea, el gobierno en turno, desde el punto de vista de los políticos del momento—tiene la comunidad internacional y que ello era un signo prometedor de parabienes.
Cuando se ha tenido oportunidad de asistir a muchos eventos internacionales uno sabe perfectamente que el asunto de la confianza, tan exaltado siempre, es bastante relativo. Las organizaciones multilaterales, como la OMC, cuidan mucho los detalles logísticos y operativos y eso es lo que hay que garantizar. Lo que sí es cierto es que estos eventos resultan una ventana para que el mundo vea al país, en algunos aspectos, durante algunos días. Si se pueden aprovechar para beneficio del país anfitrión, depende de varias cosas. Entre otras, desde luego, la eficiencia de la organización, pero también de lo que ocurra con el evento. Y esto último fue otra de las razones por las que aquella reunión de la OMC de 2003 es recordada hasta ahora.
El resultado fue un desastre. Imagine la cara de nuestros políticos de entonces (Fox, Derbez, etcétera). Sin quererlo, se compraron parte de la bronca y del fracaso, que la portada de la revista The Economist de aquella semana lo representó con la clásica caricatura del mexicano dormido, ensarapado y con sombrero de ala ancha, recostado en un cactus. Pero en este caso el cactus tenía la forma de una mano humana, haciendo esa seña que seguramente usted conoce, amigo lector, con el medio levantado, conocida por algunos como la Britney señal, porque aquella finísima y talentosa estrellita, tuvo a bien despedirse del público mexicano, hace algunos años cuando intentó presentarse en el Foro Sol, dicen las crónicas. Quizás usted lo recuerde.
Más allá de la imagen que resultaba penosa pero que reflejaba el resultado de la reunión y, de paso, la embarrada que nos llevamos, el hecho de fondo es que fue un fracaso más de la llamada Ronda de Doha. Esta convención impulsada por la OMC y lo sucedido en Cancún fue también un duro golpe para el multilateralismo, como forma de negociación y cooperación, cosa que hoy es más necesaria que nunca, por las situaciones que el mundo vive. La Ronda de Doha (nombre de la ciudad en Qatar, sede de la primera reunión de este evento) fue impulsada en 2001, después de los ataques terroristas ocurridos en septiembre, en Nueva York, y que además del drama humano que generaron tuvieron, como sabemos, un impacto en lo económico. La iniciativa de Doha tuvo atrás el racional que en buena parte lo que había ocurrido el 11 de septiembre de ese año derivaba de las condiciones de inequidad que existían en el mundo y que también, en parte, podían remediarse a través de una cooperación más completa a través del comercio internacional que, desde mi punto de vista, es una de las formas más acabadas de la cooperación entre los países. Desde luego esto implicaba una serie de negociaciones, que, a su vez —como en cualquier negociación—, suponía concesiones entre los actores, principalmente entre los productores de materias primas y los que hacen bienes industriales.
Lamentablemente no se ha podido llevar a buen fin la iniciativa. De hecho se ha dado por muerta en más de una ocasión y las negociaciones se han suspendido. Ahora se hace un nuevo intento, aunque vale decir que sin muchas expectativas de éxito. El encuentro que ahora se celebra en Ginebra, Suiza, es quizá el último para que esta ronda de negociación multilateral mantenga alguna esperanza de vida. El momento es, por desgracia, crítico. En buena parte por la condición de la economía global, que entre otras cosas propicia el proteccionismo y, por tanto, conspira en contra del libre comercio exterior. En esto incluyo, desde luego, la disponibilidad de crédito para financiar estas actividades comerciales.
El otro elemento que no ayuda a la reunión en Ginebra, es la carrera política en EU, jugador clave por razones obvias en el tema del comercio internacional. Es difícil que este país tome una posición favorable hacia los temas de subsidios agrícolas, entre otros temas, ahora que sabemos que hay un cambio de presidente en fechas próximas, más allá de quien sea el vencedor de la contienda, cuando además me parece que los temas de comercio internacional y de cooperación multilateral no son precisamente una prioridad de los estadunidenses y de sus candidatos en estos momentos. Pero en fin, habrá qué seguir lo que ocurra esta semana en Ginebra con la Ronda de Doha, porque nosotros formamos parte de la OMC y somos actores importantes en el comercio internacional. La esperanza es lo último que muere, dice el dicho. Ojalá así sea. Suerte.