El CEESP aseguró en su estudio “Viabilidad del Plan Nacional de Infraestructura 2007-2012″, que en 2006 la inversión para el desarrollo de infraestructura en el país alcanzó los 361 mil 014 millones de pesos (mdp), beneficios que se incrementarán en los próximos años de aprobarse la Reforma Hacendaria, en caso contrario estas disminuirán afectando de forma negativa a este rubro.
En caso de ser aprobada, el gobierno estima una inversión en infraestructura de dos billones 532 mil millones de pesos durante el sexenio, es decir, 422 mil millones de pesos anuales, equivalentes a 4.0% del PIB proyectado en los siguientes años.
Según el CEESP la proyección que se hace del PIB es "mayor para los siguientes años por el impacto que tendrá la edificación de estas obras" y, por lo tanto, los recursos invertidos resultarían mayores.
El CEESP consideró que este proyecto resulta positivo en el sentido de que en el caso de que la Reforma Fiscal sea aprobada, los recursos destinados a la infraestructura aumentarán y esto tendrá un impacto positivo sobre el crecimiento económico, en caso contrario se pronostica una caída en los ingresos petroleros y presiones de gasto en otros rubros, situación para la cual el plan no establece medidas alternas para mejorarla.
El documento señala que uno de los principales objetivos del Plan de Infraestructura es que México se coloque entre los 25 países mejor evaluados por el Foro Económico Mundial, medido a través del índice de competitividad en infraestructura, el cual actualmente nos ubica en el lugar 64 de 125 naciones.
Por sectores, se encuentra en el lugar 65 en ferrocarriles, 64 en puertos, 55 en aeropuertos, 73 en electricidad, 51 en telecomunicaciones y 49 en carreteras. Incluso en comparación con América Latina, México está por detrás de Barbados, Chile, Panamá, Jamaica, El Salvador y Uruguay.
En relación con la infraestructura carretera, algunos de los principales problemas en México son un deficit significativo de superficie cubierta, una fuerte varianza en cuanto a densidad vial entre las diferentes carreteras del país y la presencia de algunas zonas con escasa accesibiliad o incluso a las que no se puede ingresar.
En las instalaciones portuarias existen algunas terminales con poca capacidad y otras que se encuentran saturadas, hay poco desarrollo de complementariedades intermodales y algunos puertos están subutilizados por problemas de dragado.
En cuestión de aeropuertos, aún cuando se cuenta con la red aeroportuaria más grande de América Latina, las principales terminales requieren importantes inversiones.
Por tales motivos, entre los proyectos de mayor envergadura que se proponen en el Plan de Infraestructura, se encuentra la construcción y modernización de más de 17 mil kilómetros de carreteras y caminos rurales, mediante inversiones por 287 mil millones de pesos (mmdp) en un período de seis años, de los cuales 55.4% estará financiada con recursos públicos y el resto con recursos privados.
También se plantea la edificación y restauración de poco más de mil 400 kilómetros de vías férreas y el desarrollo de los sistemas I, II y III del Ferrocarril Suburbano de la Zona Metropolitana del Valle de México, con una inversión de 49 mmdp.
En materia de infraestructura aeroportuaria, se planean construir nuevos aeropuertos como los de la Riviera Maya, Mar de Cortés y Ensenada, la ampliación de 31 aeropuertos ya existentes, entre los que destacan los de Toluca y Cancún, además de que se si los recursos lo permiten se construirá una nueva términal aérea para el DF.
El documento señalo la necesidad de profundizar más en las estrategias a seguir del gobierno para alcanzar los objetivos planteados y evitar así un escenario en el cual aunque se cuente con recursos necesarios para llevar a cabo las obras, éstas no sean realizadas por no tomar las medidas correctas.