“Dib reporta crecimientos anuales de 20%”, dijo a Comercio T21 Abdón Romero, director general de Compañía Dib de México. Cifras de la Cámara Nacional de la Industria Textil indican que en 2006 las importaciones de alfombras y tapetes poco más de 183 millones de dólares.
La comercializadora importa sus productos de Finlandia, Egipto, Bulgaria, Bélgica, Estados Unidos, China y la India, para venderlos a través de distribuidores, mayoristas, cadenas de autoservicio, tiendas departamentales, venta por catálogo, mueblerías y tiendas de decoración, entre otras.
Aunque no cuenta con planta propia para producir sus productos, Dib trabaja con maquiladoras textiles en dichos países que fabrican sus artículos con base en el diseño y estándares que dicta la firma.
Dib nació en Chile en 1967, incursionando en el ramo textil para artículos del hogar. Luego de su consolidación en ese país, sus planes la llevaron a abrirse terreno en Argentina, en 1991; hacia 1998 ingresó a Perú y en el año 2000, tras analizar el mercado, la compañía tocó tierras aztecas.
“Empezamos a importar de Europa, Egipto y la India para comercializar a través de distribuidores pequeños, mientras las grandes cadenas nos daban la oportunidad, después de algunos meses ya estábamos en Wal-Mart, Gigante y Comercial Mexicana”, dijo.
En México, la firma inició apenas con dos personas en una oficina de tres metros cuadrados y un pequeño almacén. Hoy en día tiene unos 30 empleados y opera áreas como logística nacional e internacional, diseño, administración, sistemas, ventas, servicio en punto de venta con oficinas de más de 200 metros cuadrados y área de almacenaje y despacho de mil 600 metros cuadrados, con perspectivas de crecer a corto plazo mediante la ampliación de su centro de distribución y la introducción de nuevas líneas de productos.