En entrevista explicó que con ese nuevo modelo se busca hacer más sencillo y atractivo el comercio exterior y, además, con ello quedará resuelto el problema de conflicto de interés en los puertos y ferrocarriles, por lo que se podrá crear una sola empresa.
El recinto fiscalizado estratégico es una nueva figura en la legislación aduanera por la cual se habilita un inmueble y se autoriza a una persona moral a fin de que pueda recibir mercancía en ese lugar.
La ventaja de los recintos es que no pagan impuestos al comercio exterior o el IVA mientras esté depositada la mercancía en dicho inmueble.
El funcionario aclaró que no será necesario licitar dichos recintos cuando se encuentren localizados cerca de las aduanas de México.
Informó que hay 600 contenedores disponibles que son propiedad del fisco y que el mayor problema al que se enfrentan es a la mercancía que se abandona ahí que por lo general se dona a las secretarías de la Defensa Nacional, marina y protección civil o se subasta por el Servicio de Enajenación y Administración de Bienes.
La ley marca que se tienen dos meses para reclamar lo que se olvidó en esos sitios y cuando pasó ese tiempo, se les notifica que tienen 15 día para sacar sus productos, precisó, pues hay que recordar que lo que se deposita ahí es de tránsito, no de almacenaje. Si no es recogida, la mercancía automáticamente pasa a ser propiedad del fisco.
Datos del Servicio de Administración Tributaria indican que en lo que va del año el valor de ese tipo de mercancías asciende a más de un millón de pesos.
“La gente abandona muchísimos contenedores alrededor de 400 en todos los puertos por problemas de calidad, precio, falta de estrategia en la logística”, señaló.
Pero lo cierto es que la mitad de esa mercancía se tiene que destruir debido a que el producto ya caducó o se contaminó en el camino, dijo.
Reconoció que también se ha encontrado contrabando y mercancía valiosa en muy pocos casos.
Al hacer un balance en el sexenio, Guzmán Montalvo, señaló que la mercancía de contrabando que se mantuvo en el primer lugar dañando a la industria, fue la textil seguido por el calzado y los juguetes.