El documento "China y el pueblo judío: una antigua civilización en una nueva era", escrito por Shalom Salomon Wald, señala que los judíos mantienen su red de influencia en la venta internacional de joyería, diamantes, obras de arte y subastas y que los comerciantes chinos han comenzado a dominar la red de pequeños artículos.
Pan Dinggui es uno de los hombres de negocios chinos que llaman la atención del mundo empresarial judío.
Oriundo de Wenzhou (en la provincia de Zhejiang, este del país), tierra natal de muchos empresarios chinos, Pan es propietario de varios supermercados de precios económicos y cristalerías de Venecia. Él y sus otros 20, 000 compatriotas casi han monopolizado el mercado de artículos baratos de esta ciudad italiana.
El experto Zhou Nanjing, de la prestigiosa Universidad de Beijing, afirmó que la nueva generación de empresarios chinos, que iniciaron en 1978 sus negocios en el extranjero, han empezado a ocupar en el comercio mundial un espacio anteriormente ocupado por los judíos.
En Prato, Italia, 50,000 hombres de negocios de Wenzhou distribuyen zapatos y prendas de vestir baratas a otros países europeos. Y otros empresarios de Wenzhou se han introducido en la venta mayorista, de joyería y de bienes inmobiliarios.
La nueva generación de negociantes chinos se caracteriza por mantener un estrecho vínculo con el mercado nacional de China, afirma Zhang Cuitang, propietario de un supermercado en Buenos Aires, Argentina.
Más del 50 por ciento de los artículos vendidos en el establecimiento de Zhang son adquiridos en la parte continental de China y son su fuente principal.
Sin embargo, los comerciantes chinos en el extranjero han debido hacer frente a un bloqueo comercial en los últimos años, lo que ha provocado que muchos hayan empezado a apostar por el campo tecnológico.
En la actualidad, Silicon Valley se ha convertido en una " incubadora" de empresarios chinos, pues el 17 por ciento de los ingenieros de esta base tecnológica son de origen chino.
Más de la mitad de las 1,500 empresas diseñadoras de sensores de láser y energía son de propiedad china y cinco de las primeras 10 mayores compañías de este terreno fueron creadas por chinos.
Los hombres de negocios chinos en ultramar cuentan con casi dos mil millones de dólares estadounidenses en activos y tienen capacidad para mover 300,000 millones de dólares.
El documento "China y el pueblo judío: una antigua civilización en una nueva era", escrito por Shalom Salomon Wald, señala que los judíos mantienen su red de influencia en la venta internacional de joyería, diamantes, obras de arte y subastas y que los comerciantes chinos han comenzado a dominar la red de pequeños artículos.
Pan Dinggui es uno de los hombres de negocios chinos que llaman la atención del mundo empresarial judío.
Oriundo de Wenzhou (en la provincia de Zhejiang, este del país), tierra natal de muchos empresarios chinos, Pan es propietario de varios supermercados de precios económicos y cristalerías de Venecia. Él y sus otros 20, 000 compatriotas casi han monopolizado el mercado de artículos baratos de esta ciudad italiana.
El experto Zhou Nanjing, de la prestigiosa Universidad de Beijing, afirmó que la nueva generación de empresarios chinos, que iniciaron en 1978 sus negocios en el extranjero, han empezado a ocupar en el comercio mundial un espacio anteriormente ocupado por los judíos.
En Prato, Italia, 50,000 hombres de negocios de Wenzhou distribuyen zapatos y prendas de vestir baratas a otros países europeos. Y otros empresarios de Wenzhou se han introducido en la venta mayorista, de joyería y de bienes inmobiliarios.
La nueva generación de negociantes chinos se caracteriza por mantener un estrecho vínculo con el mercado nacional de China, afirma Zhang Cuitang, propietario de un supermercado en Buenos Aires, Argentina.
Más del 50 por ciento de los artículos vendidos en el establecimiento de Zhang son adquiridos en la parte continental de China y son su fuente principal.
Sin embargo, los comerciantes chinos en el extranjero han debido hacer frente a un bloqueo comercial en los últimos años, lo que ha provocado que muchos hayan empezado a apostar por el campo tecnológico.
En la actualidad, Silicon Valley se ha convertido en una " incubadora" de empresarios chinos, pues el 17 por ciento de los ingenieros de esta base tecnológica son de origen chino.
Más de la mitad de las 1,500 empresas diseñadoras de sensores de láser y energía son de propiedad china y cinco de las primeras 10 mayores compañías de este terreno fueron creadas por chinos.
Los hombres de negocios chinos en ultramar cuentan con casi dos mil millones de dólares estadounidenses en activos y tienen capacidad para mover 300,000 millones de dólares.
El documento "China y el pueblo judío: una antigua civilización en una nueva era", escrito por Shalom Salomon Wald, señala que los judíos mantienen su red de influencia en la venta internacional de joyería, diamantes, obras de arte y subastas y que los comerciantes chinos han comenzado a dominar la red de pequeños artículos.
Pan Dinggui es uno de los hombres de negocios chinos que llaman la atención del mundo empresarial judío.
Oriundo de Wenzhou (en la provincia de Zhejiang, este del país), tierra natal de muchos empresarios chinos, Pan es propietario de varios supermercados de precios económicos y cristalerías de Venecia. Él y sus otros 20, 000 compatriotas casi han monopolizado el mercado de artículos baratos de esta ciudad italiana.
El experto Zhou Nanjing, de la prestigiosa Universidad de Beijing, afirmó que la nueva generación de empresarios chinos, que iniciaron en 1978 sus negocios en el extranjero, han empezado a ocupar en el comercio mundial un espacio anteriormente ocupado por los judíos.
En Prato, Italia, 50,000 hombres de negocios de Wenzhou distribuyen zapatos y prendas de vestir baratas a otros países europeos. Y otros empresarios de Wenzhou se han introducido en la venta mayorista, de joyería y de bienes inmobiliarios.
La nueva generación de negociantes chinos se caracteriza por mantener un estrecho vínculo con el mercado nacional de China, afirma Zhang Cuitang, propietario de un supermercado en Buenos Aires, Argentina.
Más del 50 por ciento de los artículos vendidos en el establecimiento de Zhang son adquiridos en la parte continental de China y son su fuente principal.
Sin embargo, los comerciantes chinos en el extranjero han debido hacer frente a un bloqueo comercial en los últimos años, lo que ha provocado que muchos hayan empezado a apostar por el campo tecnológico.
En la actualidad, Silicon Valley se ha convertido en una " incubadora" de empresarios chinos, pues el 17 por ciento de los ingenieros de esta base tecnológica son de origen chino.
Más de la mitad de las 1,500 empresas diseñadoras de sensores de láser y energía son de propiedad china y cinco de las primeras 10 mayores compañías de este terreno fueron creadas por chinos.
Los hombres de negocios chinos en ultramar cuentan con casi dos mil millones de dólares estadounidenses en activos y tienen capacidad para mover 300,000 millones de dólares.
El documento "China y el pueblo judío: una antigua civilización en una nueva era", escrito por Shalom Salomon Wald, señala que los judíos mantienen su red de influencia en la venta internacional de joyería, diamantes, obras de arte y subastas y que los comerciantes chinos han comenzado a dominar la red de pequeños artículos.
Pan Dinggui es uno de los hombres de negocios chinos que llaman la atención del mundo empresarial judío.
Oriundo de Wenzhou (en la provincia de Zhejiang, este del país), tierra natal de muchos empresarios chinos, Pan es propietario de varios supermercados de precios económicos y cristalerías de Venecia. Él y sus otros 20, 000 compatriotas casi han monopolizado el mercado de artículos baratos de esta ciudad italiana.
El experto Zhou Nanjing, de la prestigiosa Universidad de Beijing, afirmó que la nueva generación de empresarios chinos, que iniciaron en 1978 sus negocios en el extranjero, han empezado a ocupar en el comercio mundial un espacio anteriormente ocupado por los judíos.
En Prato, Italia, 50,000 hombres de negocios de Wenzhou distribuyen zapatos y prendas de vestir baratas a otros países europeos. Y otros empresarios de Wenzhou se han introducido en la venta mayorista, de joyería y de bienes inmobiliarios.
La nueva generación de negociantes chinos se caracteriza por mantener un estrecho vínculo con el mercado nacional de China, afirma Zhang Cuitang, propietario de un supermercado en Buenos Aires, Argentina.
Más del 50 por ciento de los artículos vendidos en el establecimiento de Zhang son adquiridos en la parte continental de China y son su fuente principal.
Sin embargo, los comerciantes chinos en el extranjero han debido hacer frente a un bloqueo comercial en los últimos años, lo que ha provocado que muchos hayan empezado a apostar por el campo tecnológico.
En la actualidad, Silicon Valley se ha convertido en una " incubadora" de empresarios chinos, pues el 17 por ciento de los ingenieros de esta base tecnológica son de origen chino.
Más de la mitad de las 1,500 empresas diseñadoras de sensores de láser y energía son de propiedad china y cinco de las primeras 10 mayores compañías de este terreno fueron creadas por chinos.
Los hombres de negocios chinos en ultramar cuentan con casi dos mil millones de dólares estadounidenses en activos y tienen capacidad para mover 300,000 millones de dólares.
El documento "China y el pueblo judío: una antigua civilización en una nueva era", escrito por Shalom Salomon Wald, señala que los judíos mantienen su red de influencia en la venta internacional de joyería, diamantes, obras de arte y subastas y que los comerciantes chinos han comenzado a dominar la red de pequeños artículos.
Pan Dinggui es uno de los hombres de negocios chinos que llaman la atención del mundo empresarial judío.
Oriundo de Wenzhou (en la provincia de Zhejiang, este del país), tierra natal de muchos empresarios chinos, Pan es propietario de varios supermercados de precios económicos y cristalerías de Venecia. Él y sus otros 20, 000 compatriotas casi han monopolizado el mercado de artículos baratos de esta ciudad italiana.
El experto Zhou Nanjing, de la prestigiosa Universidad de Beijing, afirmó que la nueva generación de empresarios chinos, que iniciaron en 1978 sus negocios en el extranjero, han empezado a ocupar en el comercio mundial un espacio anteriormente ocupado por los judíos.
En Prato, Italia, 50,000 hombres de negocios de Wenzhou distribuyen zapatos y prendas de vestir baratas a otros países europeos. Y otros empresarios de Wenzhou se han introducido en la venta mayorista, de joyería y de bienes inmobiliarios.
La nueva generación de negociantes chinos se caracteriza por mantener un estrecho vínculo con el mercado nacional de China, afirma Zhang Cuitang, propietario de un supermercado en Buenos Aires, Argentina.
Más del 50 por ciento de los artículos vendidos en el establecimiento de Zhang son adquiridos en la parte continental de China y son su fuente principal.
Sin embargo, los comerciantes chinos en el extranjero han debido hacer frente a un bloqueo comercial en los últimos años, lo que ha provocado que muchos hayan empezado a apostar por el campo tecnológico.
En la actualidad, Silicon Valley se ha convertido en una " incubadora" de empresarios chinos, pues el 17 por ciento de los ingenieros de esta base tecnológica son de origen chino.
Más de la mitad de las 1,500 empresas diseñadoras de sensores de láser y energía son de propiedad china y cinco de las primeras 10 mayores compañías de este terreno fueron creadas por chinos.
Los hombres de negocios chinos en ultramar cuentan con casi dos mil millones de dólares estadounidenses en activos y tienen capacidad para mover 300,000 millones de dólares.
El documento "China y el pueblo judío: una antigua civilización en una nueva era", escrito por Shalom Salomon Wald, señala que los judíos mantienen su red de influencia en la venta internacional de joyería, diamantes, obras de arte y subastas y que los comerciantes chinos han comenzado a dominar la red de pequeños artículos.
Pan Dinggui es uno de los hombres de negocios chinos que llaman la atención del mundo empresarial judío.
Oriundo de Wenzhou (en la provincia de Zhejiang, este del país), tierra natal de muchos empresarios chinos, Pan es propietario de varios supermercados de precios económicos y cristalerías de Venecia. Él y sus otros 20, 000 compatriotas casi han monopolizado el mercado de artículos baratos de esta ciudad italiana.
El experto Zhou Nanjing, de la prestigiosa Universidad de Beijing, afirmó que la nueva generación de empresarios chinos, que iniciaron en 1978 sus negocios en el extranjero, han empezado a ocupar en el comercio mundial un espacio anteriormente ocupado por los judíos.
En Prato, Italia, 50,000 hombres de negocios de Wenzhou distribuyen zapatos y prendas de vestir baratas a otros países europeos. Y otros empresarios de Wenzhou se han introducido en la venta mayorista, de joyería y de bienes inmobiliarios.
La nueva generación de negociantes chinos se caracteriza por mantener un estrecho vínculo con el mercado nacional de China, afirma Zhang Cuitang, propietario de un supermercado en Buenos Aires, Argentina.
Más del 50 por ciento de los artículos vendidos en el establecimiento de Zhang son adquiridos en la parte continental de China y son su fuente principal.
Sin embargo, los comerciantes chinos en el extranjero han debido hacer frente a un bloqueo comercial en los últimos años, lo que ha provocado que muchos hayan empezado a apostar por el campo tecnológico.
En la actualidad, Silicon Valley se ha convertido en una " incubadora" de empresarios chinos, pues el 17 por ciento de los ingenieros de esta base tecnológica son de origen chino.
Más de la mitad de las 1,500 empresas diseñadoras de sensores de láser y energía son de propiedad china y cinco de las primeras 10 mayores compañías de este terreno fueron creadas por chinos.
Los hombres de negocios chinos en ultramar cuentan con casi dos mil millones de dólares estadounidenses en activos y tienen capacidad para mover 300,000 millones de dólares.
El documento "China y el pueblo judío: una antigua civilización en una nueva era", escrito por Shalom Salomon Wald, señala que los judíos mantienen su red de influencia en la venta internacional de joyería, diamantes, obras de arte y subastas y que los comerciantes chinos han comenzado a dominar la red de pequeños artículos.
Pan Dinggui es uno de los hombres de negocios chinos que llaman la atención del mundo empresarial judío.
Oriundo de Wenzhou (en la provincia de Zhejiang, este del país), tierra natal de muchos empresarios chinos, Pan es propietario de varios supermercados de precios económicos y cristalerías de Venecia. Él y sus otros 20, 000 compatriotas casi han monopolizado el mercado de artículos baratos de esta ciudad italiana.
El experto Zhou Nanjing, de la prestigiosa Universidad de Beijing, afirmó que la nueva generación de empresarios chinos, que iniciaron en 1978 sus negocios en el extranjero, han empezado a ocupar en el comercio mundial un espacio anteriormente ocupado por los judíos.
En Prato, Italia, 50,000 hombres de negocios de Wenzhou distribuyen zapatos y prendas de vestir baratas a otros países europeos. Y otros empresarios de Wenzhou se han introducido en la venta mayorista, de joyería y de bienes inmobiliarios.
La nueva generación de negociantes chinos se caracteriza por mantener un estrecho vínculo con el mercado nacional de China, afirma Zhang Cuitang, propietario de un supermercado en Buenos Aires, Argentina.
Más del 50 por ciento de los artículos vendidos en el establecimiento de Zhang son adquiridos en la parte continental de China y son su fuente principal.
Sin embargo, los comerciantes chinos en el extranjero han debido hacer frente a un bloqueo comercial en los últimos años, lo que ha provocado que muchos hayan empezado a apostar por el campo tecnológico.
En la actualidad, Silicon Valley se ha convertido en una " incubadora" de empresarios chinos, pues el 17 por ciento de los ingenieros de esta base tecnológica son de origen chino.
Más de la mitad de las 1,500 empresas diseñadoras de sensores de láser y energía son de propiedad china y cinco de las primeras 10 mayores compañías de este terreno fueron creadas por chinos.
Los hombres de negocios chinos en ultramar cuentan con casi dos mil millones de dólares estadounidenses en activos y tienen capacidad para mover 300,000 millones de dólares.
El documento "China y el pueblo judío: una antigua civilización en una nueva era", escrito por Shalom Salomon Wald, señala que los judíos mantienen su red de influencia en la venta internacional de joyería, diamantes, obras de arte y subastas y que los comerciantes chinos han comenzado a dominar la red de pequeños artículos.
Pan Dinggui es uno de los hombres de negocios chinos que llaman la atención del mundo empresarial judío.
Oriundo de Wenzhou (en la provincia de Zhejiang, este del país), tierra natal de muchos empresarios chinos, Pan es propietario de varios supermercados de precios económicos y cristalerías de Venecia. Él y sus otros 20, 000 compatriotas casi han monopolizado el mercado de artículos baratos de esta ciudad italiana.
El experto Zhou Nanjing, de la prestigiosa Universidad de Beijing, afirmó que la nueva generación de empresarios chinos, que iniciaron en 1978 sus negocios en el extranjero, han empezado a ocupar en el comercio mundial un espacio anteriormente ocupado por los judíos.
En Prato, Italia, 50,000 hombres de negocios de Wenzhou distribuyen zapatos y prendas de vestir baratas a otros países europeos. Y otros empresarios de Wenzhou se han introducido en la venta mayorista, de joyería y de bienes inmobiliarios.
La nueva generación de negociantes chinos se caracteriza por mantener un estrecho vínculo con el mercado nacional de China, afirma Zhang Cuitang, propietario de un supermercado en Buenos Aires, Argentina.
Más del 50 por ciento de los artículos vendidos en el establecimiento de Zhang son adquiridos en la parte continental de China y son su fuente principal.
Sin embargo, los comerciantes chinos en el extranjero han debido hacer frente a un bloqueo comercial en los últimos años, lo que ha provocado que muchos hayan empezado a apostar por el campo tecnológico.
En la actualidad, Silicon Valley se ha convertido en una " incubadora" de empresarios chinos, pues el 17 por ciento de los ingenieros de esta base tecnológica son de origen chino.
Más de la mitad de las 1,500 empresas diseñadoras de sensores de láser y energía son de propiedad china y cinco de las primeras 10 mayores compañías de este terreno fueron creadas por chinos.
Los hombres de negocios chinos en ultramar cuentan con casi dos mil millones de dólares estadounidenses en activos y tienen capacidad para mover 300,000 millones de dólares.