El gobierno estadounidense buscará implementar medidas para endurecer la seguridad del transporte de materiales peligrosos a través del ferrocarril, luego del descarrilamiento del tren de Norfolk Southern que transportaba sustancias químicas tóxicas en East Palestine, Ohio, ocurrido el pasado 3 de febrero.
Pete Buttigieg, secretario de Transporte (USDOT, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, dijo que las reformas incluyen establecer los pasos inmediatos que deben tomar los ferrocarriles de Clase I para mejorar la seguridad en las comunidades de dicho país y las condiciones de trabajo de los empleados del sector.
“En USDOT estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance para mejorar la seguridad ferroviaria e insistimos en que la industria haga lo mismo, al tiempo que invitamos al Congreso a trabajar con nosotros para elevar el nivel”, expuso.
Las reformas exigen que los ferrocarriles tomen varias medidas, entre ellas exigir a los propietarios de vagones cisterna que aceleren la introducción progresiva de vagones más seguros antes de la fecha límite en 2029, establecida por el Congreso de dicho país.
Asimismo, deben de ofrecer bajas por enfermedad retribuidas a los trabajadores. “Una fuerza de trabajo sana y bien apoyada es una fuerza de trabajo más segura. Esto no tiene que esperar a las negociaciones nacionales: las empresas pueden llegar a un acuerdo individual con sus sindicatos”.
La industria tendrá que implementar nuevas tecnologías de inspección sin omitir las realizadas por su personal.
También, solicitará al Congreso que aumente las multas máximas que el USDOT puede imponer a las empresas ferroviarias por infringir la normativa de seguridad, la multa actual es de 225 mil 455 dólares.
Además, el USDOT acelerará la publicación de la norma sobre el tamaño de la tripulación de los trenes e iniciará un programa de inspección de seguridad centrado en las rutas por las que circulan con grandes volúmenes de materiales peligrosos, entre otras acciones.
Utilizar los recursos de la Ley Bipartidista de Infraestructuras en el marco de programas como el Consolidated Rail Infrastructure and Safety Improvements (CRISI), el nuevo Railroad Crossing Elimination Program y el Railroad Rehabilitation & Improvement Financing (RRIF), entre otros, para financiar proyectos que modernicen y mejoren las vías férreas, eliminen los cruces a nivel y mejoren la seguridad ferroviaria.
De igual manera, seguir con la elaboración de normas, en la medida de lo posible con arreglo a la legislación vigente, sobre trenes inflamables de alto riesgo (HHFT) y frenos neumáticos controlados electrónicamente (ECP).
The @USDOT has made clear to rail companies that their pattern of resisting safety regulations has got to change.
Congress should join us in implementing rail safety measures.
But the @USDOT is limited in the rail safety measures they can implement. Why?
— President Biden (@POTUS) February 21, 2023
En tanto, la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) ordenó a Norfolk Southern realizar todas las acciones necesarias asociadas con la limpieza del descarrilamiento del tren.
“El descarrilamiento del tren de Norfolk Southern ha trastornado las vidas de las familias de East Palestine, y la orden de la EPA garantizará que la empresa rinda cuentas por haber puesto en peligro la salud y la seguridad de esta comunidad”, declaró Michael Regan, administrador de la EPA.
El organismo solicitó un plan de trabajo que describa todos los pasos necesarios para limpiar el daño ambiental y si la empresa no completa las acciones ordenadas por la EPA, la agencia intervendrá de inmediato, realizará el trabajo necesario y obligar a la ferroviaria a pagar el triple del costo.
Cabe precisar que es la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) la agencia principal para proporcionar actualizaciones sobre el incidente y emitirá su informe preliminar este jueves.
El pasado 3 de febrero se descarrilaron 38 vagones de Norfolk Southern Railway produciendo un incendio que dañó otros 12 vagones. Había 20 vagones de materiales peligrosos cargados de polietileno, residuos de aceite lubricante, cloruro de vinilo, benceno, entre otros, 11 de los cuales descarrilaron. No se reportaron muertos ni heridos, pero si daños ambientales.
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