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En su conjunto, de acuerdo con un estudio revelado por Bloomberg, las compañías ferroviarias que operan en Estados Unidos han visto una contracción en los volúmenes de carga de 2.8% desde que el precio del petróleo alcanzó la barrera de los 50 dólares por barril.
Las compañías más afectadas han sido aquellas que les brindan servicios específicos a la industria energética, tales como minas de carbón, refinerías y plantas de extracción. Union Pacific es la principal.
El bajo coste de los energéticos ha obligado a empresas principalmente del ramo petrolero a disminuir su ritmo de producción lo cual tiene un efecto doble: por un lado las frecuencias y el número de vagones de carga y vagones cisterna se ha reducido pues las compañías no están realizando el mismo volúmen de entregas y por otra parte, insumos como la arena frac utilizada para extraer petróleo y gas bajo la técnica de Fracking y que también es transportada principalmente por ferrocarril no está siendo requerida por las compañías petroleras.
De acuerdo con los análisis de las propias ferroviarias la reducción de la actividad de carga y logística para el sector energía en Estados Unidos será cada vez más rápida en tanto el precio del barril de petróleo y la demanda de servicios de carga continúe descendiendo.
La tendencia indica que en este sector en particular, el descenso en los volúmenes de carga será extensivo al resto de 2015.
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