Este libramiento, de acuerdo con el Programa Nacional de Infraestructura del Gobierno Federal mexicano, prevé el tendido de una vía entre la frontera de San Jerónimo-Santa Teresa y el sur de Ciudad Juárez, que costaría aproximadamente 120 millones de dólares.
En entrevista durante el vuelo de regreso a la Ciudad de México al concluir su visita de trabajo a Estados Unidos, Calderón mencionó que le planteó a Obama la existencia del proyecto ferroviario que hay entre Chihuahua y Nuevo México, el cual sólo requiere del permiso presidencial norteamericano.
“Le ejemplifiqué que la última autorización para un cruce ferroviario entre México y Estados Unidos se dio en 1910. Tenemos que avanzar mucho en ello. Estuvo muy interesado, le di una lista, incluso, de cruces que requieren esa autorización”, dijo.
El mandatario mexicano le indicó a Obama que al igual que el proyecto del libramiento ferroviario en Chihuahua y Nuevo México hay muchos que ya están listos en la frontera que ni siquiera requieren inversión pública del gobierno de Estados Unidos o del de México porque hay inversionistas dispuestos a construirlos.
Obtener el permiso del presidente de Estados Unidos para construir el cruce ferroviario fue la prioridad que se acordó en una reunión que sostuvieron en septiembre del año pasado el secretario mexicano de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez, y los gobernadores de Chihuahua y Nuevo México.