La presunción de la semana fue la farmaciototota como la gran solución a los problemas de desabasto de medicamentos que durante esta administración de gobierno se ha sufrido en el sector de la salud pública.
De acuerdo con el presidente Andrés Manuel López Obrador, contar con este mega bodegón de medicamentos de manera centralizada permitirá acabar de una vez por todas con un problema al que en cinco años no se le ha podido dar solución definitiva.
Sin embargo, voces de gran experiencia en la logística de fármacos han apuntado que además del almacén, el que por supuesto deberá de estar climatizado y contar con áreas de refrigeración, es clave la red logística de distribución y el diseño de un plan de acción fundamentado en bases de datos del sector salud sobre la demanda de medicamentos por región y por hospitales para que los fármacos estén fluyendo en una especie de goteo a cada una de las farmacias de los centros hospitalarios del sector salud.
De este tema no se ha dicho ni pío y lo único que se sabe es que la farmaciototota será la antigua bodega de Liverpool ubicada en los límites de los municipios de Huehuetoca, Estado de México, y Tula, Hidalgo. Ya veremos si esto no es sólo un ardid más de un problema autogenerado desde el principio de la administración, y si realmente hay voluntad de resolverlo. Seguiremos informando.
Solución a la mexicana al transporte de vehículos
Bien dicen que las crisis son las madres de la innovación. Y es que la demanda insatisfecha de transporte de vehículos sin rodar ha movido la creatividad de muchos actores, lo mismo fabricantes de equipos que expertos logísticos y transportistas ante el crecimiento del 24.5% que ha registrado la industria automotriz entre enero y octubre de este año.
Entre los productores de remolques ya se manejan diferentes opciones de unidades nodrizas que antes no se veían en carretera para movilizar vehículos. Por parte de los logísticos la creatividad ha echado mano de puertos marítimos y terrestres que casi no tenían uso en el movimiento de vehículos, y utilizar contenedores para el movimiento de vehículos de importación de puerta a puerta.
Por parte de los transportistas ha sido echar mano de ingeniosos sistemas para estibar y acomodar autos en sus unidades ante la falta de los remolques conocidos como “madrina” para resolver la demanda; y hasta la conducción personal en la última milla por parte de conductores que trasladan al punto de venta los vehículos nuevos desde los patios finales o terminales interiores. Todo ello para remediar el buen año que el sector automotriz está viviendo también con la ola de nuevas marcas chinas que están pegando con tubo por ganarse un espacio en el mercado mexicano.
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