El corredor transatlántico de carga aérea ha registrado una baja durante los primeros dos meses del año, lo que contrasta con el mercado mundial que se ha visto beneficiado por las interrupciones en el mar Rojo y la fuerte demanda de comercio electrónico fuera de China.
De acuerdo con un análisis de Xeneta, a pesar de ser uno de los tres principales corredores de carga aérea del mundo, la demanda de Europa a Norteamérica se redujo un 4% en comparación con el mismo periodo de 2023 y un 5% menos frente a 2019.
“Curiosamente, esta tendencia también se ha observado en el transporte marítimo de mercancías en el comercio transatlántico, que experimentó un descenso interanual del 4% en la demanda en enero”, dijo.
Precisó que el mercado mundial de carga aérea presenta un panorama diferente, con un crecimiento interanual de un 11% en los dos primeros meses de 2024 y del 3% en comparación con el mismo periodo de 2019.
“La disminución del crecimiento de la demanda en el corredor transatlántico hacia el oeste en 2024 también supone una inversión de la tendencia observada en los últimos cuatro meses de 2023, en los que se registró un aumento del 4% en comparación con el mismo periodo de 2019. El transatlántico hacia el oeste también superó el crecimiento de la demanda mundial durante este periodo, que disminuyó un 6%”, indicó.
Dicho escenario se ha registrado pese al aumento de la capacidad de carga a bordo de los aviones, la oferta del mercado transatlántico ya había superado sus niveles anteriores a la pandemia en 2023 y ha seguido creciendo en 2024.
El documento mencionó que en los dos primeros meses de este año la capacidad ha aumentado un 4% en comparación con el mismo período de 2023 y un 12% por encima del nivel de 2019.
“Gracias al aumento de la oferta y a la disminución de la demanda, la tarifa spot media de carga general en este corredor cayó un fuerte 27% interanual en febrero, terminando en 1.82 dólares por kilogramo”, expuso.
Bajo este escenario se espera que el mercado de Europa a Norteamérica se enfrente a una inevitablemente presión a la baja sobre las tarifas al contado cuando las aerolíneas comiencen los horarios de verano (31 de marzo).
Recordó que tan solo el año pasado, el aumento de la demanda de viajes de pasajeros durante los meses de verano hizo que la capacidad de carga aérea aumentara un 33% desde marzo hasta su punto máximo en junio.
“Esta exposición a los cambios estacionales en la capacidad de vientre de pasajeros es probablemente la razón por la que los agentes de carga continúan asignando una proporción significativa de los volúmenes de carga en el mercado al contado”, dijo.
Comentó que dado que las tarifas siguen enfrentándose a una presión a la baja, es probable que los transportistas vean caer los ingresos de carga en el transatlántico a sus niveles anteriores a la pandemia. Solo en los dos primeros meses de 2024, los ingresos por carga aérea se han reducido un 38% para situarse en el mismo nivel que en 2019.
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