El nearshoring, además de los grandes proyectos en infraestructura que anuncie la próxima administración en México y los que están por terminar durante el presente sexenio, así como una mayor exportación hacia Estados Unidos, entre otros factores, abonarán al crecimiento de las empresas productoras de cemento en el 2024.
Jaime Hill Tinoco, CEO de Holcim México y presidente de la Cámara Nacional del Cemento (Canacem), comentó que la continuidad de las obras como el Tren Maya o el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT), serán una gran oportunidad para dicho sector. Por lo que, esperan un crecimiento del 2% de su producción para el próximo año.
“La inversión extranjera directa sigue creciendo, las remesas siguen creciendo, el nearshoring ya es un hecho, vemos pisos industriales, no solo en el norte del país sino desde la Ciudad de México hacia arriba y por eso vemos con buenos ojos el próximo año. Se espera que el PIB de la construcción esté alrededor del 2% y las posibles exportaciones hacia Estados Unidos, se arranca el plan de infraestructura de ese país y podemos exportar varias empresas de la Canacem a ese mercado. En los últimos seis años ha habido mucha infraestructura y eso va a continuar. La vivienda también debería de reactivarse y se habla eventualmente de una disminución de tasas y eso debería ayudar al consumo y por eso estamos optimistas para el 2024”, dijo.
Precisó que en el caso de Holcim, en 2022 llevó a cabo la exportación de cemento a territorio estadounidense aunque en 2023 no se realizó, pero se cuenta con la capacidad ante un exceso de producción. Este envío sería desde su planta en Coahuila hacia Texas y de Hermosillo a Arizona.
José Barroso, director de Cementos Moctezuma, comentó que la industria en su conjunto tiene la capacidad de atender la demanda que se generé por el nearshoring, relocalización que, dijo, sería ideal que se extendiera al centro del país.
Además, con los nuevos proyectos en infraestructura se espera un mayor crecimiento para la industria. Precisó que en su conjunto han participado en el suministro de cemento para el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), Tren Maya y la refinería de Dos Bocas.
“Los candidatos tienen la idea de las necesidades de desarrollo del país y esperamos ver qué ofrecen para el desarrollo de la industria y de la energía, de los tres que sabemos, están muy conscientes y enfocados en el tema de productividad y desarrollo de México”, indicó.
En tanto, Cementos Cruz Azul consideró que el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) potenciará la económica de las zonas por donde circulará, además podrían consideran subir dicho producto al ferrocarril.
“No lo tenemos cuantificado (cuántas toneladas pudieran subir), es difícil pero nosotros en Lagunas, Oaxaca, estamos preparados para abastecer la demanda con la activación del Transístmico”, dijo Víctor Velázquez, presidente del Consejo de Administración de Cooperativa La Cruz Azul.
Precisó que la compañía donó 144 hectáreas para este proyecto con el objetivo de activar el Istmo de Tehuantepec y todas las zonas que van desde Coatzacoalcos a Salina Cruz.
Mencionó que actualmente el movimiento del 100% del cemento lo hacen vía terrestre, además cuenta con una participación del 19% en el mercado nacional y “con que nos mantengamos es más que suficiente”.
Hideki Kawamura, director de Cementos Fortaleza, mencionó que el mercado se ha estabilizado tras el impacto de la pandemia y en 2023 registró una mejora impulsada también por las grandes obras de infraestructura que se llevan a cabo.
“Vemos una estabilización de la demanda. Los segmentos de infraestructura están impulsando esta demanda, aunque vivienda la vemos un poco contraída sobre todo la autoconstrucción, pero el sector público son los que más han crecido. El nearshoring estará concentrado en el norte, pero creo que es una gran oportunidad para el país”, expuso.
Detalló que ante este escenario, la compañía ha incrementado su capacidad, en donde tan solo en este año finalizaron la instalación de un molino en su planta de Hidalgo, que permitirá pasar de 3.5 millones a cuatro millones de toneladas.
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