MÉXICO, DF.- Los autos híbridos cautivaron a los promotores de una economía menos dependiente del petróleo; sin embargo, para la mayoría de los especialistas se trata sólo de una "tecnología de transición" hacia los verdaderos automóviles del futuro, los vehículos alimentados por celdas de combustible.
Los autos híbridos, movidos a gasolina y electricidad -creados a finales de los años 90 por Toyota y Honda- son menos veloces y más caros, utilizan un combustible derivado del petróleo y por ahora sólo logran venderse gracias a fuertes subsidios.
El pasado 27 de enero Honda se convirtió en la primera armadora en introducir a México un modelo de este tipo, el Civic Híbrido, cuyo desempeño es de 21 kilómetros por litro de gasolina y sus emisiones contaminantes menores a las de uno convencional.
En los primeros días de venta en México, la firma japonesa colocó seis unidades, de un lote inicial de 85, a un precio de 280 mil pesos, y una proyección de vender 450 vehículos en este año; en cambio, tan sólo en Estados Unidos se vendieron el año pasado 205 mil unidades de este tipo.
De acuerdo con un artículo de la revista Poder y Negocios de febrero, la prudencia de Honda y otras armadoras al considerar el mercado híbrido en países desarrollados se explica porque apuestan a otros competidores.
Se trata, dice, de los autos flexibles en combustibles (flex-fuel vehicles) más limpios que los híbridos, con un motor que se adecua tanto a la gasolina como a los biocombustibles como el etanol, o una mezcla de éstos.
En Estados Unidos se calcula que ya circulan unos 5 millones de vehículos de este tipo y en Brasil, 40% de los autos se mueven gracias al etanol, que se obtiene de la caña de azucar, el maíz, el trigo o la cebada; una variante puede ser de cualquier desperdicio agrícola o maderero, e incluso de la basura.
Así, el lanzamiento del Civic Híbrido en México se explica más como una exploración de mercado que como una campaña para conquistar América Latina en el corto plazo, reconoce Ricardo Chan, gerente de Planeación de Producto de Honda, quien asegura que las "celdas de combustible" son la tecnología del futuro.
A decir de la publicación, los autos híbridos no son una apuesta de mercado ganadora sin altos incentivos fiscales: La exención de 100 por ciento del impuesto por automóviles nuevos, el pago de sólo 0.16% del valor de la tenencia y la calcomanía doble cero por seis años, con verificación cada dos años.
No obstante, en opinión de Rodolfo Lacy, del Centro Mario Molina, especializado en energía y ambiente, "la industria automotriz debería asumir gran parte de las externalidades que han causado sus vehículos", pues en el caso de los híbridos transfieren los costos al usuario.
La publicación agrega que en este marco, los productores del combustible deben a su vez velar por la calidad de éste; refiere que en el caso de Pemex, este año comenzará a producir gasolina baja en azufre, elemento que impide que las nuevas tecnologías como las híbridas funcionen.
Destaca que los autos híbridos son una alternativa; sin embargo, es urgente fomentar un transporte público sostenible, pues de acuerdo con datos oficiales, sólo en el Distrito Federal 75% de los vehículos que circulan es particular y mueven sólo a 15% de los pasajeros.