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“Los costos de los aeropuertos se han incrementado significativamente, por ello deben alcanzar su autosuficiencia con ingresos directos o derivados”, dijo el especialista en materia aeronáutica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Federico Dovalí, quien definió los aeropuertos como una “entidad compleja de negocios” que debe interactuar con la economía local, regional y nacional.
La creciente importancia de los ingresos no aeronáuticos se ven reflejados, por ejemplo, en los resultados de Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP) del segundo trimestre de 2014. En esta ocasión los ingresos no aeronáuticos representaron más de 355 millones de pesos (mdp), un incremento de 23.6% con respecto del mismo periodo del año pasado.
Aunque los ingresos aeronáuticos fueron de 977 mdp en el 2T de este año, su alza fue menor, de 13.7 por ciento comparado con el mismo lapso de 2013.
Para el éxito de un aeropuerto, es indispensable la planeación, que incluye factores como las características de la población a quien dará servicio, los beneficios directos e indirectos, la ubicación, el plan maestro o la conexión con vialidades, estacionamientos y sistemas multimodales, señaló Dovalí.
En este sentido, el director General de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), Gilberto López Meyer, afirmó que la “conexión y la calidad” debe “ir más allá de la terminal”.
“Se debe crear un centro de transporte terrestre compartido donde llegue tren, metro, taxis e incluso bicicletas”, afirmó el directivo.
Una óptima conectividad aérea-terrestre permitiría la consecución de las llamadas ciudades-aeropuerto, apuntó López Meyer.
Como ejemplo, citó Hong Kong, que con 59 millones de pasajeros al año se hizo en una isla artificial y consta de un servicio de tren express directo a la ciudad y una gran estación de autobuses, y Singapur, en el que el aeropuerto depende de un tren rápido masivo y un tren ligero.
Twitter: Marti_Quintana