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Hacia futuro se anticipa que se tendrá una consolidación en el mercado internacional y la participación de mercado de las 20 aerolíneas más grandes del mundo pasará de menos de 50% en 1985 a casi 75% para 2015. Ante estos cambios, dijo que México no es ajeno a la consolidación y se requiere establecer un modelo explícito de aviación que dé coherencia a las decisiones de la autoridad durante los próximos años.
Expuso que la política aeronáutica que se trabajó en la presente administración no fue posible concretarla por los tiempos políticos y por la falta de consenso entorno a temas como la asignación de slots en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y de rutas internacionales, por ello indicó que la Canaero trabajó con representantes del equipo de transición de la próxima administración federal a fin de concretar esta política a principios del año próximo.
Dijo que la política aeronáutica es un tema que se ha trabajado de tiempo atrás,y ya en 2001 se tuvo un ejercicio para establecer una Política Aeronáutica que buscaba fomentar la seguridad aérea, una competencia equitativa con una industria financiera y operativamente sana, así como otorgar certidumbre jurídica con reglas transparentes aplicadas sin discrecionalidad; sin embargo fue un documento meramente declarativo.
El representante de Canaero, que agrupa a los principales aerolíneas del país, dijo que se ha trabajado con la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, el equipo de transición y con el poder legislativo a fin de tener una política aeronáutica que le dé seguridad y sobre todo fortaleza al sector. Entre los objetivos principales, se debe definir el modelo de aviación y el marco regulatorio que procure la sustentabilidad financiera de las aerolíneas y la seguridad.
Destacó que se debe fortalecer el papel de la autoridad regulatoria en el sector aéreo, específicamente de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC),
Se requiere que la autoridad cuente con recursos, infraestructura y capacitación suficiente e, inclusive, valorar la conveniencia de un organismo regulador del transporte aéreo.
“Una autoridad autónoma con mayor fortaleza, recursos, va a evitar que sea juez y parte”. Por ejemplo, la DGAC se encarga de establecer, verificar y determinar las reglas, cuando estas funciones en países como Estados Unidos están a cargo de varios organismos.