Durante la comparecencia del titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), Luis Téllez, ante la Comisión de Trabajo y Previsión Social y representantes de aerolíneas y de la Federación de Sindicatos del Sector Aéreo (FEDSSA), organismo al que el diputado pertenece, del Toro planteó al funcionario la necesidad de subsidiar el sector aéreo a través de un programa de convergencia de precios diesel-turbosina.
El diputado propuso que se modifique la fórmula del precio de la turbosina, que en los últimos cinco años se ha incrementado en casi 300%, tomando como base la mezcla mexicana de exportación, que PEMEX y Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) ofrezcan instrumentos financieros de cobertura de combustibles y que la banca de desarrollo abra líneas de crédito para pagar a largo plazo los montos que excedan un cierto tope.
Además, solicitó que el gobierno decrete una exención temporal del pago a Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM), puesto que, según expone, en otras naciones las aerolíneas no pagan por volar dentro de sus territorios.
Otra de las peticiones que realizó del Toro a Téllez es la necesidad de que su dependencia acuerde con los grupos aeroportuarios una reducción temporal de la Tarifa de Uso de Aeropuerto (TUA), que se ha incrementado debido a las inversiones en controles de seguridad tras el 11-S. Según plantea el diputado, en México el 25% del costo de la seguridad es absorbido por las empresas y el resto, por los pasajeros, mientras que en otros países son el Estado o los concesionarios de las terminales aéreas quienes se hacen cargo.
Cabe destacar que el titular de la SCT ha declarado en varias ocasiones que, aunque se tratará de evitar el cierre de rutas, no se subsidiará el sector aéreo e, igualmente, no se autorizarán líneas de crédito adicionales.
Según datos de las aerolíneas ofrecidos por del Toro, el combustible representa entre el 44 y el 55% del total de los costos fijos de las compañías; los salarios, entre 28 y 34%, y la carga fiscal, entre 27 y 32%, “por lo que no se tienen los recursos para programas de mantenimiento y capacitación, así como para los pagos de los arrendamientos de los aviones, seguros y servicios aeroportuarios en general, ocasionando en mayor o menor medida el despido de trabajadores, dejar aviones en tierra y el quiebre de algunas aerolíneas”.