María Larriva y Juan Antonio José, especialistas del sector aéreo, explicaron que con estos terrenos se haría un aeropuerto ideal en tamaño que requiere el centro del País.
"Si quiere de verdad resolver el problema que enfrenta el Valle de México, lo ideal sería que utilice los terrenos de Atenco, siempre y cuando se les pague lo justo a los ejidatarios y no quieran pagar 7 pesos por metro como lo pretendió la pasada Administración", comentó María Larriva, la primera controladora de tráfico aéreo en el País.
La razón, explicó, es que en términos aeronáuticos se contaría con un mayor espacio para instalar las tres pistas paralelas que se requieren ya que sería el único sitio donde se podrían realizar un millón de operaciones al año.
Juan Antonio José consideró que si el Gobierno tomara la decisión de construirlo sólo en terrenos federales, el costo por construirlo se encarecería, ya que tendría que destinar importantes recursos para resolver la inestabilidad del suelo, limpiar y sanear la zona.
"Más vale acordar con la familia de Ignacio Valle, líder de ejidatarios opositores del proyecto, para hacer el proyecto mediante un precio justo", añadió.
De acuerdo con los proyectos de la Secretaría de Comunicaciones, se analizan varias opciones, entre ellas un aeropuerto en Texcoco, otro en Tizayuca, la convivencia del AICM con Toluca, entre otros.
Sin embargo, los especialistas aseguran que de todas las opciones hasta ahora conocidas, la mejor opción sigue siendo Texcoco.
Miguel Ángel Valero y Jesús Ramírez Stabros, presidente del Colegio de Pilotos de México y diputado federal, respectivamente, consideraron que para evitarse problemas de "machetes" como ocurrió en el sexenio de Vicente Fox, el aeropuerto debe construirse sólo en terrenos federales.
Los especialistas coincidieron que una vez tomada la decisión de una nueva terminal aérea, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México tendría que cerrar pese a los 850 millones de dólares que se destinaron para construir la nueva Terminal 2, las vialidades y el reordenamiento de la terminal 1.
María Larriva y Juan Antonio José, especialistas del sector aéreo, explicaron que con estos terrenos se haría un aeropuerto ideal en tamaño que requiere el centro del País.
"Si quiere de verdad resolver el problema que enfrenta el Valle de México, lo ideal sería que utilice los terrenos de Atenco, siempre y cuando se les pague lo justo a los ejidatarios y no quieran pagar 7 pesos por metro como lo pretendió la pasada Administración", comentó María Larriva, la primera controladora de tráfico aéreo en el País.
La razón, explicó, es que en términos aeronáuticos se contaría con un mayor espacio para instalar las tres pistas paralelas que se requieren ya que sería el único sitio donde se podrían realizar un millón de operaciones al año.
Juan Antonio José consideró que si el Gobierno tomara la decisión de construirlo sólo en terrenos federales, el costo por construirlo se encarecería, ya que tendría que destinar importantes recursos para resolver la inestabilidad del suelo, limpiar y sanear la zona.
"Más vale acordar con la familia de Ignacio Valle, líder de ejidatarios opositores del proyecto, para hacer el proyecto mediante un precio justo", añadió.
De acuerdo con los proyectos de la Secretaría de Comunicaciones, se analizan varias opciones, entre ellas un aeropuerto en Texcoco, otro en Tizayuca, la convivencia del AICM con Toluca, entre otros.
Sin embargo, los especialistas aseguran que de todas las opciones hasta ahora conocidas, la mejor opción sigue siendo Texcoco.
Miguel Ángel Valero y Jesús Ramírez Stabros, presidente del Colegio de Pilotos de México y diputado federal, respectivamente, consideraron que para evitarse problemas de "machetes" como ocurrió en el sexenio de Vicente Fox, el aeropuerto debe construirse sólo en terrenos federales.
Los especialistas coincidieron que una vez tomada la decisión de una nueva terminal aérea, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México tendría que cerrar pese a los 850 millones de dólares que se destinaron para construir la nueva Terminal 2, las vialidades y el reordenamiento de la terminal 1.
María Larriva y Juan Antonio José, especialistas del sector aéreo, explicaron que con estos terrenos se haría un aeropuerto ideal en tamaño que requiere el centro del País.
"Si quiere de verdad resolver el problema que enfrenta el Valle de México, lo ideal sería que utilice los terrenos de Atenco, siempre y cuando se les pague lo justo a los ejidatarios y no quieran pagar 7 pesos por metro como lo pretendió la pasada Administración", comentó María Larriva, la primera controladora de tráfico aéreo en el País.
La razón, explicó, es que en términos aeronáuticos se contaría con un mayor espacio para instalar las tres pistas paralelas que se requieren ya que sería el único sitio donde se podrían realizar un millón de operaciones al año.
Juan Antonio José consideró que si el Gobierno tomara la decisión de construirlo sólo en terrenos federales, el costo por construirlo se encarecería, ya que tendría que destinar importantes recursos para resolver la inestabilidad del suelo, limpiar y sanear la zona.
"Más vale acordar con la familia de Ignacio Valle, líder de ejidatarios opositores del proyecto, para hacer el proyecto mediante un precio justo", añadió.
De acuerdo con los proyectos de la Secretaría de Comunicaciones, se analizan varias opciones, entre ellas un aeropuerto en Texcoco, otro en Tizayuca, la convivencia del AICM con Toluca, entre otros.
Sin embargo, los especialistas aseguran que de todas las opciones hasta ahora conocidas, la mejor opción sigue siendo Texcoco.
Miguel Ángel Valero y Jesús Ramírez Stabros, presidente del Colegio de Pilotos de México y diputado federal, respectivamente, consideraron que para evitarse problemas de "machetes" como ocurrió en el sexenio de Vicente Fox, el aeropuerto debe construirse sólo en terrenos federales.
Los especialistas coincidieron que una vez tomada la decisión de una nueva terminal aérea, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México tendría que cerrar pese a los 850 millones de dólares que se destinaron para construir la nueva Terminal 2, las vialidades y el reordenamiento de la terminal 1.
María Larriva y Juan Antonio José, especialistas del sector aéreo, explicaron que con estos terrenos se haría un aeropuerto ideal en tamaño que requiere el centro del País.
"Si quiere de verdad resolver el problema que enfrenta el Valle de México, lo ideal sería que utilice los terrenos de Atenco, siempre y cuando se les pague lo justo a los ejidatarios y no quieran pagar 7 pesos por metro como lo pretendió la pasada Administración", comentó María Larriva, la primera controladora de tráfico aéreo en el País.
La razón, explicó, es que en términos aeronáuticos se contaría con un mayor espacio para instalar las tres pistas paralelas que se requieren ya que sería el único sitio donde se podrían realizar un millón de operaciones al año.
Juan Antonio José consideró que si el Gobierno tomara la decisión de construirlo sólo en terrenos federales, el costo por construirlo se encarecería, ya que tendría que destinar importantes recursos para resolver la inestabilidad del suelo, limpiar y sanear la zona.
"Más vale acordar con la familia de Ignacio Valle, líder de ejidatarios opositores del proyecto, para hacer el proyecto mediante un precio justo", añadió.
De acuerdo con los proyectos de la Secretaría de Comunicaciones, se analizan varias opciones, entre ellas un aeropuerto en Texcoco, otro en Tizayuca, la convivencia del AICM con Toluca, entre otros.
Sin embargo, los especialistas aseguran que de todas las opciones hasta ahora conocidas, la mejor opción sigue siendo Texcoco.
Miguel Ángel Valero y Jesús Ramírez Stabros, presidente del Colegio de Pilotos de México y diputado federal, respectivamente, consideraron que para evitarse problemas de "machetes" como ocurrió en el sexenio de Vicente Fox, el aeropuerto debe construirse sólo en terrenos federales.
Los especialistas coincidieron que una vez tomada la decisión de una nueva terminal aérea, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México tendría que cerrar pese a los 850 millones de dólares que se destinaron para construir la nueva Terminal 2, las vialidades y el reordenamiento de la terminal 1.
María Larriva y Juan Antonio José, especialistas del sector aéreo, explicaron que con estos terrenos se haría un aeropuerto ideal en tamaño que requiere el centro del País.
"Si quiere de verdad resolver el problema que enfrenta el Valle de México, lo ideal sería que utilice los terrenos de Atenco, siempre y cuando se les pague lo justo a los ejidatarios y no quieran pagar 7 pesos por metro como lo pretendió la pasada Administración", comentó María Larriva, la primera controladora de tráfico aéreo en el País.
La razón, explicó, es que en términos aeronáuticos se contaría con un mayor espacio para instalar las tres pistas paralelas que se requieren ya que sería el único sitio donde se podrían realizar un millón de operaciones al año.
Juan Antonio José consideró que si el Gobierno tomara la decisión de construirlo sólo en terrenos federales, el costo por construirlo se encarecería, ya que tendría que destinar importantes recursos para resolver la inestabilidad del suelo, limpiar y sanear la zona.
"Más vale acordar con la familia de Ignacio Valle, líder de ejidatarios opositores del proyecto, para hacer el proyecto mediante un precio justo", añadió.
De acuerdo con los proyectos de la Secretaría de Comunicaciones, se analizan varias opciones, entre ellas un aeropuerto en Texcoco, otro en Tizayuca, la convivencia del AICM con Toluca, entre otros.
Sin embargo, los especialistas aseguran que de todas las opciones hasta ahora conocidas, la mejor opción sigue siendo Texcoco.
Miguel Ángel Valero y Jesús Ramírez Stabros, presidente del Colegio de Pilotos de México y diputado federal, respectivamente, consideraron que para evitarse problemas de "machetes" como ocurrió en el sexenio de Vicente Fox, el aeropuerto debe construirse sólo en terrenos federales.
Los especialistas coincidieron que una vez tomada la decisión de una nueva terminal aérea, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México tendría que cerrar pese a los 850 millones de dólares que se destinaron para construir la nueva Terminal 2, las vialidades y el reordenamiento de la terminal 1.
María Larriva y Juan Antonio José, especialistas del sector aéreo, explicaron que con estos terrenos se haría un aeropuerto ideal en tamaño que requiere el centro del País.
"Si quiere de verdad resolver el problema que enfrenta el Valle de México, lo ideal sería que utilice los terrenos de Atenco, siempre y cuando se les pague lo justo a los ejidatarios y no quieran pagar 7 pesos por metro como lo pretendió la pasada Administración", comentó María Larriva, la primera controladora de tráfico aéreo en el País.
La razón, explicó, es que en términos aeronáuticos se contaría con un mayor espacio para instalar las tres pistas paralelas que se requieren ya que sería el único sitio donde se podrían realizar un millón de operaciones al año.
Juan Antonio José consideró que si el Gobierno tomara la decisión de construirlo sólo en terrenos federales, el costo por construirlo se encarecería, ya que tendría que destinar importantes recursos para resolver la inestabilidad del suelo, limpiar y sanear la zona.
"Más vale acordar con la familia de Ignacio Valle, líder de ejidatarios opositores del proyecto, para hacer el proyecto mediante un precio justo", añadió.
De acuerdo con los proyectos de la Secretaría de Comunicaciones, se analizan varias opciones, entre ellas un aeropuerto en Texcoco, otro en Tizayuca, la convivencia del AICM con Toluca, entre otros.
Sin embargo, los especialistas aseguran que de todas las opciones hasta ahora conocidas, la mejor opción sigue siendo Texcoco.
Miguel Ángel Valero y Jesús Ramírez Stabros, presidente del Colegio de Pilotos de México y diputado federal, respectivamente, consideraron que para evitarse problemas de "machetes" como ocurrió en el sexenio de Vicente Fox, el aeropuerto debe construirse sólo en terrenos federales.
Los especialistas coincidieron que una vez tomada la decisión de una nueva terminal aérea, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México tendría que cerrar pese a los 850 millones de dólares que se destinaron para construir la nueva Terminal 2, las vialidades y el reordenamiento de la terminal 1.
María Larriva y Juan Antonio José, especialistas del sector aéreo, explicaron que con estos terrenos se haría un aeropuerto ideal en tamaño que requiere el centro del País.
"Si quiere de verdad resolver el problema que enfrenta el Valle de México, lo ideal sería que utilice los terrenos de Atenco, siempre y cuando se les pague lo justo a los ejidatarios y no quieran pagar 7 pesos por metro como lo pretendió la pasada Administración", comentó María Larriva, la primera controladora de tráfico aéreo en el País.
La razón, explicó, es que en términos aeronáuticos se contaría con un mayor espacio para instalar las tres pistas paralelas que se requieren ya que sería el único sitio donde se podrían realizar un millón de operaciones al año.
Juan Antonio José consideró que si el Gobierno tomara la decisión de construirlo sólo en terrenos federales, el costo por construirlo se encarecería, ya que tendría que destinar importantes recursos para resolver la inestabilidad del suelo, limpiar y sanear la zona.
"Más vale acordar con la familia de Ignacio Valle, líder de ejidatarios opositores del proyecto, para hacer el proyecto mediante un precio justo", añadió.
De acuerdo con los proyectos de la Secretaría de Comunicaciones, se analizan varias opciones, entre ellas un aeropuerto en Texcoco, otro en Tizayuca, la convivencia del AICM con Toluca, entre otros.
Sin embargo, los especialistas aseguran que de todas las opciones hasta ahora conocidas, la mejor opción sigue siendo Texcoco.
Miguel Ángel Valero y Jesús Ramírez Stabros, presidente del Colegio de Pilotos de México y diputado federal, respectivamente, consideraron que para evitarse problemas de "machetes" como ocurrió en el sexenio de Vicente Fox, el aeropuerto debe construirse sólo en terrenos federales.
Los especialistas coincidieron que una vez tomada la decisión de una nueva terminal aérea, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México tendría que cerrar pese a los 850 millones de dólares que se destinaron para construir la nueva Terminal 2, las vialidades y el reordenamiento de la terminal 1.
María Larriva y Juan Antonio José, especialistas del sector aéreo, explicaron que con estos terrenos se haría un aeropuerto ideal en tamaño que requiere el centro del País.
"Si quiere de verdad resolver el problema que enfrenta el Valle de México, lo ideal sería que utilice los terrenos de Atenco, siempre y cuando se les pague lo justo a los ejidatarios y no quieran pagar 7 pesos por metro como lo pretendió la pasada Administración", comentó María Larriva, la primera controladora de tráfico aéreo en el País.
La razón, explicó, es que en términos aeronáuticos se contaría con un mayor espacio para instalar las tres pistas paralelas que se requieren ya que sería el único sitio donde se podrían realizar un millón de operaciones al año.
Juan Antonio José consideró que si el Gobierno tomara la decisión de construirlo sólo en terrenos federales, el costo por construirlo se encarecería, ya que tendría que destinar importantes recursos para resolver la inestabilidad del suelo, limpiar y sanear la zona.
"Más vale acordar con la familia de Ignacio Valle, líder de ejidatarios opositores del proyecto, para hacer el proyecto mediante un precio justo", añadió.
De acuerdo con los proyectos de la Secretaría de Comunicaciones, se analizan varias opciones, entre ellas un aeropuerto en Texcoco, otro en Tizayuca, la convivencia del AICM con Toluca, entre otros.
Sin embargo, los especialistas aseguran que de todas las opciones hasta ahora conocidas, la mejor opción sigue siendo Texcoco.
Miguel Ángel Valero y Jesús Ramírez Stabros, presidente del Colegio de Pilotos de México y diputado federal, respectivamente, consideraron que para evitarse problemas de "machetes" como ocurrió en el sexenio de Vicente Fox, el aeropuerto debe construirse sólo en terrenos federales.
Los especialistas coincidieron que una vez tomada la decisión de una nueva terminal aérea, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México tendría que cerrar pese a los 850 millones de dólares que se destinaron para construir la nueva Terminal 2, las vialidades y el reordenamiento de la terminal 1.