En este primer año de gobierno año, la SCT realizó diversas acciones en materia aeronáutica, pero todas ellas enfocadas principalmente en el segmento de pasajeros, como fueron la T2 del aeropuerto capitalino, la T2 del aeródromo de Guadalajara, y la T3 de Cancún.
Según directivos de MasAir y Aeromexpress consultados por T21, la falta de infraestructura aeroportuaria para la carga aérea entorpece el desarrollo del sector.
En este sentido, Lan señaló que los altos costos de los aeropuertos afectan la competitividad de las aerolíneas.
“Los grupos aeroportuarios privados deben dar una mayor muestra de apertura y de conciencia social, en el entendido de que… impactan el costo de las empresas de comercio exterior (sobre todo) que utilizan la vía aérea para remitir su carga aérea”, dijo Lan.
Actualmente, las mercancías movilizadas por avión crecen anualmente a un ritmo aproximado de 6%, indican cifras de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), aunque este modo de transporte tiene menos de uno por ciento del tonelaje movido entre los diversos modos de transporte.
El también vicepresidente de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (ANIERM), dijo que el número de líneas aéreas cargueras es limitado, además de que la DGAC recibe pocas solicitudes para constituir nuevas empresas.
La última de ellas fue la empresa Regional Cargo, empresa que planea invertir 45 millones de dólares en los próximos diez años para conformar una flota aérea de 10 aviones cargueros y crear un circuito aéreo desde Cancún hasta Ciudad Juárez.
Además de ésta, otras cinco empresas mexicanas son netamente cargueras.
Sin embargo, las extranjeras que mueven carga tienen un 60% de este mercado.
“En cuanto al tema de carga aérea, la SCT ha sido tibia”, sentenció Arturo Lan.