De acuerdo con los planes de la empresa, el mes anterior debió haber recibido tres aeronaves arrendadas tipo ATR-42 con capacidad de carga de 5.2 toneladas, para lo cual realizó inversiones cercanas a los 3.5 millones de dólares.
“Se ha demorado la entrega de los aviones porque las empresas que los usan no han recibido, a su vez, otros pedidos (de aeronaves)”, comentó el directivo sin ofrecer los nombres de las empresas.
Adelantó que dentro de los primeros 15 días de agosto le serán entregadas las primeras dos aeronaves, y para el mes de septiembre la tercera de ellas, aunque el retraso en la entrega ya ocasionó afectaciones en las operaciones de Regional Cargo.
“Nos afectó por no tener la oportunidad de ofrecer nuestros servicios con la flexibilidad y capacidad completa que nos permitiría dar con aviones propios”, comentó.
Por lo pronto, la empresa se mantiene operando mediante la venta de espacios en la panza de los aviones de aerolíneas de bajo costo, como es el caso de Avolar, Alma y Volaris.
El directivo confió en que el mercado de la carga aérea crecerá 7% para este año, del cual esperan captar al menos dos puntos porcentuales, una vez teniendo aviones propios para ofrecer cobertura en ocho ciudades del país.
La estrategia de esta empresa, cuya base de operaciones es el aeropuerto de Querétaro, es volar en rutas cortas para ofrecer conexiones a la carga internacional que arribe de los mercados extranjeros.
De acuerdo con los planes de la empresa, el mes anterior debió haber recibido tres aeronaves arrendadas tipo ATR-42 con capacidad de carga de 5.2 toneladas, para lo cual realizó inversiones cercanas a los 3.5 millones de dólares.
“Se ha demorado la entrega de los aviones porque las empresas que los usan no han recibido, a su vez, otros pedidos (de aeronaves)”, comentó el directivo sin ofrecer los nombres de las empresas.
Adelantó que dentro de los primeros 15 días de agosto le serán entregadas las primeras dos aeronaves, y para el mes de septiembre la tercera de ellas, aunque el retraso en la entrega ya ocasionó afectaciones en las operaciones de Regional Cargo.
“Nos afectó por no tener la oportunidad de ofrecer nuestros servicios con la flexibilidad y capacidad completa que nos permitiría dar con aviones propios”, comentó.
Por lo pronto, la empresa se mantiene operando mediante la venta de espacios en la panza de los aviones de aerolíneas de bajo costo, como es el caso de Avolar, Alma y Volaris.
El directivo confió en que el mercado de la carga aérea crecerá 7% para este año, del cual esperan captar al menos dos puntos porcentuales, una vez teniendo aviones propios para ofrecer cobertura en ocho ciudades del país.
La estrategia de esta empresa, cuya base de operaciones es el aeropuerto de Querétaro, es volar en rutas cortas para ofrecer conexiones a la carga internacional que arribe de los mercados extranjeros.
De acuerdo con los planes de la empresa, el mes anterior debió haber recibido tres aeronaves arrendadas tipo ATR-42 con capacidad de carga de 5.2 toneladas, para lo cual realizó inversiones cercanas a los 3.5 millones de dólares.
“Se ha demorado la entrega de los aviones porque las empresas que los usan no han recibido, a su vez, otros pedidos (de aeronaves)”, comentó el directivo sin ofrecer los nombres de las empresas.
Adelantó que dentro de los primeros 15 días de agosto le serán entregadas las primeras dos aeronaves, y para el mes de septiembre la tercera de ellas, aunque el retraso en la entrega ya ocasionó afectaciones en las operaciones de Regional Cargo.
“Nos afectó por no tener la oportunidad de ofrecer nuestros servicios con la flexibilidad y capacidad completa que nos permitiría dar con aviones propios”, comentó.
Por lo pronto, la empresa se mantiene operando mediante la venta de espacios en la panza de los aviones de aerolíneas de bajo costo, como es el caso de Avolar, Alma y Volaris.
El directivo confió en que el mercado de la carga aérea crecerá 7% para este año, del cual esperan captar al menos dos puntos porcentuales, una vez teniendo aviones propios para ofrecer cobertura en ocho ciudades del país.
La estrategia de esta empresa, cuya base de operaciones es el aeropuerto de Querétaro, es volar en rutas cortas para ofrecer conexiones a la carga internacional que arribe de los mercados extranjeros.
De acuerdo con los planes de la empresa, el mes anterior debió haber recibido tres aeronaves arrendadas tipo ATR-42 con capacidad de carga de 5.2 toneladas, para lo cual realizó inversiones cercanas a los 3.5 millones de dólares.
“Se ha demorado la entrega de los aviones porque las empresas que los usan no han recibido, a su vez, otros pedidos (de aeronaves)”, comentó el directivo sin ofrecer los nombres de las empresas.
Adelantó que dentro de los primeros 15 días de agosto le serán entregadas las primeras dos aeronaves, y para el mes de septiembre la tercera de ellas, aunque el retraso en la entrega ya ocasionó afectaciones en las operaciones de Regional Cargo.
“Nos afectó por no tener la oportunidad de ofrecer nuestros servicios con la flexibilidad y capacidad completa que nos permitiría dar con aviones propios”, comentó.
Por lo pronto, la empresa se mantiene operando mediante la venta de espacios en la panza de los aviones de aerolíneas de bajo costo, como es el caso de Avolar, Alma y Volaris.
El directivo confió en que el mercado de la carga aérea crecerá 7% para este año, del cual esperan captar al menos dos puntos porcentuales, una vez teniendo aviones propios para ofrecer cobertura en ocho ciudades del país.
La estrategia de esta empresa, cuya base de operaciones es el aeropuerto de Querétaro, es volar en rutas cortas para ofrecer conexiones a la carga internacional que arribe de los mercados extranjeros.
De acuerdo con los planes de la empresa, el mes anterior debió haber recibido tres aeronaves arrendadas tipo ATR-42 con capacidad de carga de 5.2 toneladas, para lo cual realizó inversiones cercanas a los 3.5 millones de dólares.
“Se ha demorado la entrega de los aviones porque las empresas que los usan no han recibido, a su vez, otros pedidos (de aeronaves)”, comentó el directivo sin ofrecer los nombres de las empresas.
Adelantó que dentro de los primeros 15 días de agosto le serán entregadas las primeras dos aeronaves, y para el mes de septiembre la tercera de ellas, aunque el retraso en la entrega ya ocasionó afectaciones en las operaciones de Regional Cargo.
“Nos afectó por no tener la oportunidad de ofrecer nuestros servicios con la flexibilidad y capacidad completa que nos permitiría dar con aviones propios”, comentó.
Por lo pronto, la empresa se mantiene operando mediante la venta de espacios en la panza de los aviones de aerolíneas de bajo costo, como es el caso de Avolar, Alma y Volaris.
El directivo confió en que el mercado de la carga aérea crecerá 7% para este año, del cual esperan captar al menos dos puntos porcentuales, una vez teniendo aviones propios para ofrecer cobertura en ocho ciudades del país.
La estrategia de esta empresa, cuya base de operaciones es el aeropuerto de Querétaro, es volar en rutas cortas para ofrecer conexiones a la carga internacional que arribe de los mercados extranjeros.
De acuerdo con los planes de la empresa, el mes anterior debió haber recibido tres aeronaves arrendadas tipo ATR-42 con capacidad de carga de 5.2 toneladas, para lo cual realizó inversiones cercanas a los 3.5 millones de dólares.
“Se ha demorado la entrega de los aviones porque las empresas que los usan no han recibido, a su vez, otros pedidos (de aeronaves)”, comentó el directivo sin ofrecer los nombres de las empresas.
Adelantó que dentro de los primeros 15 días de agosto le serán entregadas las primeras dos aeronaves, y para el mes de septiembre la tercera de ellas, aunque el retraso en la entrega ya ocasionó afectaciones en las operaciones de Regional Cargo.
“Nos afectó por no tener la oportunidad de ofrecer nuestros servicios con la flexibilidad y capacidad completa que nos permitiría dar con aviones propios”, comentó.
Por lo pronto, la empresa se mantiene operando mediante la venta de espacios en la panza de los aviones de aerolíneas de bajo costo, como es el caso de Avolar, Alma y Volaris.
El directivo confió en que el mercado de la carga aérea crecerá 7% para este año, del cual esperan captar al menos dos puntos porcentuales, una vez teniendo aviones propios para ofrecer cobertura en ocho ciudades del país.
La estrategia de esta empresa, cuya base de operaciones es el aeropuerto de Querétaro, es volar en rutas cortas para ofrecer conexiones a la carga internacional que arribe de los mercados extranjeros.
De acuerdo con los planes de la empresa, el mes anterior debió haber recibido tres aeronaves arrendadas tipo ATR-42 con capacidad de carga de 5.2 toneladas, para lo cual realizó inversiones cercanas a los 3.5 millones de dólares.
“Se ha demorado la entrega de los aviones porque las empresas que los usan no han recibido, a su vez, otros pedidos (de aeronaves)”, comentó el directivo sin ofrecer los nombres de las empresas.
Adelantó que dentro de los primeros 15 días de agosto le serán entregadas las primeras dos aeronaves, y para el mes de septiembre la tercera de ellas, aunque el retraso en la entrega ya ocasionó afectaciones en las operaciones de Regional Cargo.
“Nos afectó por no tener la oportunidad de ofrecer nuestros servicios con la flexibilidad y capacidad completa que nos permitiría dar con aviones propios”, comentó.
Por lo pronto, la empresa se mantiene operando mediante la venta de espacios en la panza de los aviones de aerolíneas de bajo costo, como es el caso de Avolar, Alma y Volaris.
El directivo confió en que el mercado de la carga aérea crecerá 7% para este año, del cual esperan captar al menos dos puntos porcentuales, una vez teniendo aviones propios para ofrecer cobertura en ocho ciudades del país.
La estrategia de esta empresa, cuya base de operaciones es el aeropuerto de Querétaro, es volar en rutas cortas para ofrecer conexiones a la carga internacional que arribe de los mercados extranjeros.
De acuerdo con los planes de la empresa, el mes anterior debió haber recibido tres aeronaves arrendadas tipo ATR-42 con capacidad de carga de 5.2 toneladas, para lo cual realizó inversiones cercanas a los 3.5 millones de dólares.
“Se ha demorado la entrega de los aviones porque las empresas que los usan no han recibido, a su vez, otros pedidos (de aeronaves)”, comentó el directivo sin ofrecer los nombres de las empresas.
Adelantó que dentro de los primeros 15 días de agosto le serán entregadas las primeras dos aeronaves, y para el mes de septiembre la tercera de ellas, aunque el retraso en la entrega ya ocasionó afectaciones en las operaciones de Regional Cargo.
“Nos afectó por no tener la oportunidad de ofrecer nuestros servicios con la flexibilidad y capacidad completa que nos permitiría dar con aviones propios”, comentó.
Por lo pronto, la empresa se mantiene operando mediante la venta de espacios en la panza de los aviones de aerolíneas de bajo costo, como es el caso de Avolar, Alma y Volaris.
El directivo confió en que el mercado de la carga aérea crecerá 7% para este año, del cual esperan captar al menos dos puntos porcentuales, una vez teniendo aviones propios para ofrecer cobertura en ocho ciudades del país.
La estrategia de esta empresa, cuya base de operaciones es el aeropuerto de Querétaro, es volar en rutas cortas para ofrecer conexiones a la carga internacional que arribe de los mercados extranjeros.