MÉXICO, DF.- Aeromar quiere volar más alto y para ello ya calienta sus motores.
Ante la llegada de las líneas de bajo costo diseña una estrategia basada en la compra de aviones ejecutivos más grandes, así como la incorporación de dos aeronaves en promedio cada año, informó Ami Lindenberg, vicepresidente de la aerolínea.
"Serán aviones tipo jet de 70 a 90 asientos; ya estamos negociando con varios fabricantes como Bombardier y Embraer, entre otros, para ver cuál es el mejor avión para Aeromar", dijo.
El directivo explicó que aún no se ha definido la fecha para incorporar las aeronaves más grandes a su flota, ni las rutas que éstas cubrirán.
Aun cuando para Lindenberg no todas todas las aerolíneas de bajo costo sobrevivirán, porque sus tarifas son muy bajas para costear sus operaciones, descarta una guerra tarifaria entre aerolíneas regionales y las low cost.
Añadió que, de bajar los precios, sería insostenible para Aeromar solventar sus operaciones porque las tarifas que cobra esta aerolínea van en relación al costo real de lo que cuesta operar y el servicio prestado.
"Una línea aérea que está cobrando 500 y 600 pesos en una ruta de una hora de vuelo no puede hacer dinero, no obstante que va a llenar sus asientos va a seguir perdiendo dinero", aseguró.
Para Ami Lindenberg, Aeromar nunca ha competido con tarifas en la industria aérea y la llegada de las low cost no cambiará esa estrategia.
Actualmente, esta firma maneja un factor de ocupación de entre 45 y 50% acorde con la tendencia a nivel mundial en aerolíneas regionales.
Entre sus proyectos de mediano plazo también contempla operar desde el Aeropuerto Internacional de Toluca.
Sin embargo, considera que esta terminal no cuenta con la infraestructura suficiente para dar el servicio a todas las aerolíneas que pretenden volar, tales como InterJet, Avolar, Vuela, Gol, ALMA, Air Madrid, Aerocaribe y los vuelos privados.
"Ya tenemos la experiencia en los años de los 80 cuando en México volaban 30 líneas aéreas y después del 95 quedaron 14 o 15", destacó.