LONDRES, RU.- El modelo de bajas tarifas y bajos costos que transformó a la industria global de la aviación despega en Latinoamérica.
Mercados regulados, economías volátiles y aerolíneas nacionales fuertemente arraigadas, han sido fuertes obstáculos, pero los males que plagaron a la aviación latinoamericana en la última década están cobrando su precio.
Aerolíneas tradicionales se derrumban y nuevas empresas ya toman su lugar. El momento de la de bajo costo ha llegado.
Esta visión optimista sobre los viajes por avión es avalada por el éxito de Gol, la firma de bajo costo brasileña. Gol atrae tanto a turistas como a viajeros de negocios y ha ayudado a impulsar el crecimiento de la industria en Brasil. La aerolínea está a punto de lanzar una empresa conjunta en México y ya ofrece vuelos internacionales, con lo que el modelo de bajo costo se difunde por la región.
Pero en muchos aspectos la aviación latinoamericana sigue aferrada a sus costumbres.
El gran éxito reciente en Chile, por ejemplo, es Sky Airline, que obtuvo 18 por ciento del mercado de ese país en tres años. No obstante, lo ha logrado principalmente siendo más flexible que LAN Chile, la empresa dominante, más que compitiendo en precios. LAN se ha expandido hacia naciones vecinas, como Argentina, que tiene cinco rutas domésticas. Pero LAN destacó, cuando inició operaciones este año, que no desataría una guerra de precios. Otras operaciones de LAN siguen la misma política.
Aún así, las fuerzas a favor del cambio son poderosas.
En Argentina, el mercado de pasajeros se redujo 48 por ciento desde 2000, según Airbus, el fabricante de aviones europeo. El colapso financiero de la nación en diciembre de 2001 dejó a las aerolíneas con grandes deudas en dólares y costos e ingresos cotizados en devaluados pesos.
En Brasil, el mercado más grande, dos de las cuatro aerolíneas grandes han dejado de volar. Varig, la línea nacional brasileña, está quebrada y podría ser vendida este mes.
En términos geográficos, Latinoamérica es un mercado ideal para las líneas de bajo costo, hay grandes distancias entre los centros de población y pocas y aun precarias alternativas en autobús para clientes con presupuesto limitado.
Pero también hay problemas. Los costos del combustible, por ejemplo, son 25 por ciento más altos que en Estados Unidos y Europa. Muchos mercados siguen estrictamente regulados y el cambio es lento. Sin embargo, Latinoamérica pasa por un periodo de estabilidad y crecimiento, lo que beneficia a la industria. Es el mercado de aviación de más rápido crecimiento del mundo con una cifra de pasajeros de 13 por ciento al primer semestre de 2005.
Para quienes tengan el respaldo y los conocimientos necesarios, la región ofrece grandes oportunidades.