“Esto ha sido circunstancial, el primer establecimiento fue un restaurante en el aeropuerto de Cancún, donde el concesionario se fue y nosotros decidimos manejarlo”, explicó Adolfo Castro, director de Administración y Finanzas del grupo que opera las terminales aéreas de Cancún, Cozumel, Veracruz y Mérida.
En un principio Asur planteó que el restaurante sería licitado para ser operado por un nuevo concesionario, pero al final no sólo cambió de opinión, sino que continuó con el manejo directo en más establecimientos.
Actualmente la compañía es responsable de seis negocios, entre ellos, dos restaurantes, un snack bar y tres tiendas de conveniencia localizados en los aeropuertos de Cancún y Mérida.
“A futuro analizaremos las posibilidades que surjan para seguir operando establecimientos comerciales de manera directa”, comentó Castro.
Los beneficios son tangibles, ya que cuando Asur opera directamente un establecimiento comercial obtiene 100% de los ingresos totales, a diferencia de 10 ó 15% que recibía al otorgar una concesión.
Aún cuando la operación directa de locales les deja altos márgenes de ganancia, para Asur no representa su principal negocio, dijo Carlos González, analista de Deutsche/IXE.
“Ellos están dedicados a la operación del aeropuerto, el temor es que desgasten esfuerzos en hacer funcionar los comercios”, añadió el especialista.
Cifras reportadas por la compañía a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) muestran que en el primer trimestre de 2005 obtuvo ingresos por 20 millones de pesos al operar de manera directa comercios contra los cerca de 2 millones del mismo lapso del 2004.
Así, a marzo de 2005 el negocio comercial, incluyendo los espacios concesionados, contribuyó con 22% en sus ingresos totales.
Para este año, Asur se propuso invertir 450 millones de pesos en diversos proyectos, entre los que se encuentra la expansión de sus terminales en Cancún, en la cual incluirá espacios comerciales.