La aviación mexicana no es la excepción y es que los problemas son los mismos: altos costos en seguridad y petróleo.
Rosario Avilés, consultora en aeronáutica, dijo: “el combustible representa casi la tercera parte de los costos de la operación de las aerolíneas”.
“El problema del costo de seguridad es impresionante y nosotros nos vemos obligados a incrementar la seguridad por efecto no por una necesidad interna, ese no era un problema de México, tuvimos que aceptarlo e implementarlo de rebote”, manifestó Melchor Arellano, especialista en transporte.
La situación es grave, cerca de 10 años de crisis y empeorando, y en México el panorama se acompaña por una pérdida de mercado y falta de planeación.
“Lo único que demuestra es que no hay rumbo y la aviación necesita tres cosas, rumbo, altura y velocidad y ahorita creo que no tenemos ninguna de las tres”, señaló Avilés.
“Acusan los mismos problemas, las reglas del juego tampoco han cambiado, existe una política aeronáutica, pero yo no he visto ni un cronograma de actividades donde exista una secuencia de medidas orientadas a recuperar la aviación nacional”, indicó Arellano.
Así, mientras la planeación de la principal controladora del país esté dirigida hacia la venta de Aeroméxico y Mexicana, éstas podrían seguir perdiendo su valor.