Las primeras experiencias con vehículos pesados eléctricos en el transporte de mercancías en México han sido más un dolor de cabeza que una solución para los primeros que han iniciado a dar pasos en ese camino.
Obvio, no contamos con la infraestructura de estaciones de recarga rápida en rutas cercanas a la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM), o de Monterrey, dos de las ciudades con mayores problemas en el país por la calidad del aire, que se agrava en determinadas temporadas del año. De cara a esa realidad no queda otra más que las propias compañías autotransportistas o industrias distribuidoras de sus productos de consumo, tengan que invertir en su propia infraestructura cuantiosos recursos.
El problema no para ahí. La bendita Comisión Federal de Electricidad, sí, esa que se hace llamar Empresa de Clase Mundial, pone muchos pretextos para poder proveer la energía necesaria, cobra caro la instalación, y no promete entregar energía de una fuente sostenible, amén de la política pública en la materia que la rige y que ha privilegiado quemar combustibles fósiles para producir energía. Y qué decir de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) que no cuenta con placas distintivas para estos vehículos. ¿Cómo la ve?
Todo parece indicar que los pioneros se adelantaron en el tiempo y han tenido que poner a prueba su estoicismo.
Defraudan con imagen de Correos de México y Aduanas
Es posible que usted haya recibido un correo electrónico con los logotipos de Correos de México y de la Agencia Nacional de Aduanas de México con un asunto que reza: “Te informamos que tu pedido ya ha salido de nuestros almacenes”. Acto seguido te informa que existen gastos de Aduana asociados con el paquete y para liberarlo y completar la entrega exitosa se requiere el pago de MX$40.00, mismos que se pueden pagar a través del link que el mismo correo contiene para el pago de las tasas fiscales.
Por supuesto, el correo es un fishing tratando de pescar incautos a quien sorprender para extraer información clave de su computador o de su cuenta bancaria. Hoy en la era del comercio electrónico es altamente probable que un gran número de los receptores de dicho correo tengan paquetes en tránsito, y no tener presente el detalle puntual de sus compras en tránsito puede que caigamos en la confusión y que nos llevemos una sorpresa al ser víctimas de un fraude de quienes se ocultan con el sobrenombre de “Correos Seguimiento”, pero cuyo correo real es: SocialMedia@choretools.com.
Los responsables han tratado de darle un cariz bastante real y creado una página web y redes sociales con su marca, pero al hacer todos los filtros de seguridad, resulta altamente sospechosa su forma de actuar y su pobre estadística de seguidores, amén de que muchos receptores del mail en cuestión no tienen paquetes próximos de entrega. Desafortunadamente también el e-commerce está siendo usado como una ventana a la defraudación.
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