Para quienes decían que la Inteligencia Artificial (IA) sólo sería un buen complemento y que no destruiría fuentes de trabajo, sino que más bien iba a reinventar muchas nuevas posiciones en donde la gente desplazada de algunos procesos pudiera hacer otras tareas, en Estados Unidos se dio el anuncio de que el gigante de la logística y paquetería, UPS, va a despedir a 12 mil colaboradores involucrados principalmente en el área de gestión.
Con ello la empresa estima generar ahorros por mil millones de dólares en el año. Este es el principal despido que tiene la empresa de los camiones color chocolate en sus 116 años de historia y el tema ya ha generado alarmismo en el vecino país del norte ante los avances que ha registrado la IA muy rápidamente en otras industrias.
Los impactos se están dando en todas las actividades, pues incluso en el área comercial UPS ha descubierto cómo la IA puede generar propuestas comerciales con base en el análisis de las propuestas anteriores, y cotizar los servicios con precisión, sin importar las variables que los clientes puedan tener en su paquete de necesidades.
El futuro nos alcanzó.
Un paro “politiquero”
Como era de esperarse, el paro de autotransportistas del pasado jueves convocado por la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas (AMOTAC), fue deslegitimado por quienes deberían de haber acusado de recibido el mensaje y atender los reclamos de los manifestantes. Se necesita ser un caradura para ignorar la validez de los datos sobre el incremento de los robos al autotransporte en las carreteras y la extorsión en amplias regiones del país.
En una administración que no admite crítica alguna, que se autodenomina el mejor gobierno de la historia post revolución, sería mucho reconocer que un gremio tan importante como el del autotransporte tenga que realizar un paro para exigir públicamente a las autoridades que hagan el trabajo que les corresponde, de brindar seguridad a la ciudadanía en nuestras carreteras, y limpiar de extorsionadores lugares clave como las ciudades fronterizas de Tamaulipas, la región aguacatera y porcícola de Michoacán y el estado de Zacatecas, entre otras.
Fue más fácil desde la tribuna mañanera calificar de fines “politiqueros” como el móvil detrás del paro transportista y vincularlo a intereses partidistas que intentan hacer quedar mal a este gobierno. No obstante, en un comunicado la Secretaría de Gobernación acordó trabajar en coordinación con otras dependencias para atender las propuestas de trabajo demandadas por la AMOTAC en su manifestación, en donde destacó también el hacer respetar el nuevo reglamento de grúas a las mafias que siguen operando los arrastres de unidades con cobros por demás excesivos.
Por sorpresas no paramos
La privatización de los puertos resultó todo un éxito como lo ha confirmado la historia de casi 30 años. Desde 1995, nuestros puertos no han más que mejorado en sus indicadores de productividad y no han demandado recursos del Estado ni rescates financieros. Sin embargo, un mal precedente que se estaría sentando sería la concesión al gobierno del estado de Yucatán de una zona de ampliación del puerto de Progreso que le permitiría competir con las terminales privadas.
Ahora sí que el piso no sería parejo y esa concesión que el Congreso del estado aprobó pone en riesgo al resto de nuestro sistema portuario, ante la eventualidad que otros gobiernos estatales se acojan al mismo criterio jurídico y este mal precedente se llegara a multiplicar.
Y es que al legislativo local no le ha importado legislar sobre un ámbito que es a todas luces ilegal puesto que los puertos, incluido el de Progreso, es de rectoría federal y consecuentemente solo aplica la legislación federal. Pero pese a la obviedad jurídica, se lo han pasado por el arco del triunfo. Ahora la Asociación de Terminales y Operadores Portuarios (ATOP) que dirige Jaime Aguilar, pondrá toda la carne al asador por la vía jurídica para invalidar la aplicación de las dos leyes que violan el precepto legal federal en materia portuaria.
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