Pues, de acuerdo con la tendencia que han seguido los buques que llegan a los puertos latinoamericanos, el experto en temas portuarios de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), Ricardo Sánchez, estima que para el año 2017 comenzarán a llegar los buques portacontenedores con capacidad de 13 y 14 mil TEU’s, lo cual representará retos importantes en materia de adecuación de las infraestructuras para los países.
Sin embargo, acotó que asistir a la fiesta de los buques de sexta y séptima generación, no será para todos los puertos, sino para muy pocos. Por ello, advirtió que el reto de adecuar las infraestructuras tendrá que hacerse de forma muy consiente, porque no es recomendable hacer “elefantes blancos”.
Este tipo de buques tienen una lógica operativa de recalar cada vez menos puertos, y concentrarse exclusivamente en aquellos que manejan los mayores volúmenes de contenedores mediante la consolidación de mercados, de ahí la importancia de tomar decisiones correctas en materia de inversiones de infraestructura portuaria.
Estos puertos requerirán importantes conexiones terrestres con el ferrocarril y el autotransporte, para alcanzar mayores mercados vía su conectividad por carreteras y vías férreas, así como rutas marítimas para redistribuir carga contenerizada hacia otros puertos menores.
Sánchez expuso que en algunos países hay una falta de visión a seguir la tendencia del comercio que va seleccionando naturalmente, aquellos corredores comerciales más eficientes y a través de los cuales se hacen cadenas logísticas con menores costos y cobertura de los principales mercados.
En el marco del Congreso Portuario que realiza aquí la Asociación de Terminales y Operadores Portuarios (ATOP), sostuvo que los puertos deben dejar de ver hacia atrás para ver el futuro y adaptarse a los nuevos cambios que ha tenido la industria. “Es verdad. Los puertos han avanzado en Latinoamérica y hoy están mejor que antes, pero debemos avanzar a los nuevos retos que se tienen en logística”, principalmente en materia de conectividad terrestre.
Antes, Héctor López, director general de la consultora Inopesa, recomendó diseñar políticas que conecten el desarrollo urbano con el costero para vincular más a las entidades colindantes con el mar, con sus puertos, pues ocurre que viven desconectados y no se logra una planificación acorde al desarrollo.
Recomendó aprovechar el transporte marítimo para beneficiar al país de menores costos logísticos, y empezar a cambiar nuestra cultura logística a través del camión, dado que este no es el modelo más eficiente.
Sígueme en Twitter: @CruzOsiel
Pues, de acuerdo con la tendencia que han seguido los buques que llegan a los puertos latinoamericanos, el experto en temas portuarios de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), Ricardo Sánchez, estima que para el año 2017 comenzarán a llegar los buques portacontenedores con capacidad de 13 y 14 mil TEU’s, lo cual representará retos importantes en materia de adecuación de las infraestructuras para los países.
Sin embargo, acotó que asistir a la fiesta de los buques de sexta y séptima generación, no será para todos los puertos, sino para muy pocos. Por ello, advirtió que el reto de adecuar las infraestructuras tendrá que hacerse de forma muy consiente, porque no es recomendable hacer “elefantes blancos”.
Este tipo de buques tienen una lógica operativa de recalar cada vez menos puertos, y concentrarse exclusivamente en aquellos que manejan los mayores volúmenes de contenedores mediante la consolidación de mercados, de ahí la importancia de tomar decisiones correctas en materia de inversiones de infraestructura portuaria.
Estos puertos requerirán importantes conexiones terrestres con el ferrocarril y el autotransporte, para alcanzar mayores mercados vía su conectividad por carreteras y vías férreas, así como rutas marítimas para redistribuir carga contenerizada hacia otros puertos menores.
Sánchez expuso que en algunos países hay una falta de visión a seguir la tendencia del comercio que va seleccionando naturalmente, aquellos corredores comerciales más eficientes y a través de los cuales se hacen cadenas logísticas con menores costos y cobertura de los principales mercados.
En el marco del Congreso Portuario que realiza aquí la Asociación de Terminales y Operadores Portuarios (ATOP), sostuvo que los puertos deben dejar de ver hacia atrás para ver el futuro y adaptarse a los nuevos cambios que ha tenido la industria. “Es verdad. Los puertos han avanzado en Latinoamérica y hoy están mejor que antes, pero debemos avanzar a los nuevos retos que se tienen en logística”, principalmente en materia de conectividad terrestre.
Antes, Héctor López, director general de la consultora Inopesa, recomendó diseñar políticas que conecten el desarrollo urbano con el costero para vincular más a las entidades colindantes con el mar, con sus puertos, pues ocurre que viven desconectados y no se logra una planificación acorde al desarrollo.
Recomendó aprovechar el transporte marítimo para beneficiar al país de menores costos logísticos, y empezar a cambiar nuestra cultura logística a través del camión, dado que este no es el modelo más eficiente.
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Pues, de acuerdo con la tendencia que han seguido los buques que llegan a los puertos latinoamericanos, el experto en temas portuarios de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), Ricardo Sánchez, estima que para el año 2017 comenzarán a llegar los buques portacontenedores con capacidad de 13 y 14 mil TEU’s, lo cual representará retos importantes en materia de adecuación de las infraestructuras para los países.
Sin embargo, acotó que asistir a la fiesta de los buques de sexta y séptima generación, no será para todos los puertos, sino para muy pocos. Por ello, advirtió que el reto de adecuar las infraestructuras tendrá que hacerse de forma muy consiente, porque no es recomendable hacer “elefantes blancos”.
Este tipo de buques tienen una lógica operativa de recalar cada vez menos puertos, y concentrarse exclusivamente en aquellos que manejan los mayores volúmenes de contenedores mediante la consolidación de mercados, de ahí la importancia de tomar decisiones correctas en materia de inversiones de infraestructura portuaria.
Estos puertos requerirán importantes conexiones terrestres con el ferrocarril y el autotransporte, para alcanzar mayores mercados vía su conectividad por carreteras y vías férreas, así como rutas marítimas para redistribuir carga contenerizada hacia otros puertos menores.
Sánchez expuso que en algunos países hay una falta de visión a seguir la tendencia del comercio que va seleccionando naturalmente, aquellos corredores comerciales más eficientes y a través de los cuales se hacen cadenas logísticas con menores costos y cobertura de los principales mercados.
En el marco del Congreso Portuario que realiza aquí la Asociación de Terminales y Operadores Portuarios (ATOP), sostuvo que los puertos deben dejar de ver hacia atrás para ver el futuro y adaptarse a los nuevos cambios que ha tenido la industria. “Es verdad. Los puertos han avanzado en Latinoamérica y hoy están mejor que antes, pero debemos avanzar a los nuevos retos que se tienen en logística”, principalmente en materia de conectividad terrestre.
Antes, Héctor López, director general de la consultora Inopesa, recomendó diseñar políticas que conecten el desarrollo urbano con el costero para vincular más a las entidades colindantes con el mar, con sus puertos, pues ocurre que viven desconectados y no se logra una planificación acorde al desarrollo.
Recomendó aprovechar el transporte marítimo para beneficiar al país de menores costos logísticos, y empezar a cambiar nuestra cultura logística a través del camión, dado que este no es el modelo más eficiente.
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Pues, de acuerdo con la tendencia que han seguido los buques que llegan a los puertos latinoamericanos, el experto en temas portuarios de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), Ricardo Sánchez, estima que para el año 2017 comenzarán a llegar los buques portacontenedores con capacidad de 13 y 14 mil TEU’s, lo cual representará retos importantes en materia de adecuación de las infraestructuras para los países.
Sin embargo, acotó que asistir a la fiesta de los buques de sexta y séptima generación, no será para todos los puertos, sino para muy pocos. Por ello, advirtió que el reto de adecuar las infraestructuras tendrá que hacerse de forma muy consiente, porque no es recomendable hacer “elefantes blancos”.
Este tipo de buques tienen una lógica operativa de recalar cada vez menos puertos, y concentrarse exclusivamente en aquellos que manejan los mayores volúmenes de contenedores mediante la consolidación de mercados, de ahí la importancia de tomar decisiones correctas en materia de inversiones de infraestructura portuaria.
Estos puertos requerirán importantes conexiones terrestres con el ferrocarril y el autotransporte, para alcanzar mayores mercados vía su conectividad por carreteras y vías férreas, así como rutas marítimas para redistribuir carga contenerizada hacia otros puertos menores.
Sánchez expuso que en algunos países hay una falta de visión a seguir la tendencia del comercio que va seleccionando naturalmente, aquellos corredores comerciales más eficientes y a través de los cuales se hacen cadenas logísticas con menores costos y cobertura de los principales mercados.
En el marco del Congreso Portuario que realiza aquí la Asociación de Terminales y Operadores Portuarios (ATOP), sostuvo que los puertos deben dejar de ver hacia atrás para ver el futuro y adaptarse a los nuevos cambios que ha tenido la industria. “Es verdad. Los puertos han avanzado en Latinoamérica y hoy están mejor que antes, pero debemos avanzar a los nuevos retos que se tienen en logística”, principalmente en materia de conectividad terrestre.
Antes, Héctor López, director general de la consultora Inopesa, recomendó diseñar políticas que conecten el desarrollo urbano con el costero para vincular más a las entidades colindantes con el mar, con sus puertos, pues ocurre que viven desconectados y no se logra una planificación acorde al desarrollo.
Recomendó aprovechar el transporte marítimo para beneficiar al país de menores costos logísticos, y empezar a cambiar nuestra cultura logística a través del camión, dado que este no es el modelo más eficiente.
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Pues, de acuerdo con la tendencia que han seguido los buques que llegan a los puertos latinoamericanos, el experto en temas portuarios de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), Ricardo Sánchez, estima que para el año 2017 comenzarán a llegar los buques portacontenedores con capacidad de 13 y 14 mil TEU’s, lo cual representará retos importantes en materia de adecuación de las infraestructuras para los países.
Sin embargo, acotó que asistir a la fiesta de los buques de sexta y séptima generación, no será para todos los puertos, sino para muy pocos. Por ello, advirtió que el reto de adecuar las infraestructuras tendrá que hacerse de forma muy consiente, porque no es recomendable hacer “elefantes blancos”.
Este tipo de buques tienen una lógica operativa de recalar cada vez menos puertos, y concentrarse exclusivamente en aquellos que manejan los mayores volúmenes de contenedores mediante la consolidación de mercados, de ahí la importancia de tomar decisiones correctas en materia de inversiones de infraestructura portuaria.
Estos puertos requerirán importantes conexiones terrestres con el ferrocarril y el autotransporte, para alcanzar mayores mercados vía su conectividad por carreteras y vías férreas, así como rutas marítimas para redistribuir carga contenerizada hacia otros puertos menores.
Sánchez expuso que en algunos países hay una falta de visión a seguir la tendencia del comercio que va seleccionando naturalmente, aquellos corredores comerciales más eficientes y a través de los cuales se hacen cadenas logísticas con menores costos y cobertura de los principales mercados.
En el marco del Congreso Portuario que realiza aquí la Asociación de Terminales y Operadores Portuarios (ATOP), sostuvo que los puertos deben dejar de ver hacia atrás para ver el futuro y adaptarse a los nuevos cambios que ha tenido la industria. “Es verdad. Los puertos han avanzado en Latinoamérica y hoy están mejor que antes, pero debemos avanzar a los nuevos retos que se tienen en logística”, principalmente en materia de conectividad terrestre.
Antes, Héctor López, director general de la consultora Inopesa, recomendó diseñar políticas que conecten el desarrollo urbano con el costero para vincular más a las entidades colindantes con el mar, con sus puertos, pues ocurre que viven desconectados y no se logra una planificación acorde al desarrollo.
Recomendó aprovechar el transporte marítimo para beneficiar al país de menores costos logísticos, y empezar a cambiar nuestra cultura logística a través del camión, dado que este no es el modelo más eficiente.
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Pues, de acuerdo con la tendencia que han seguido los buques que llegan a los puertos latinoamericanos, el experto en temas portuarios de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), Ricardo Sánchez, estima que para el año 2017 comenzarán a llegar los buques portacontenedores con capacidad de 13 y 14 mil TEU’s, lo cual representará retos importantes en materia de adecuación de las infraestructuras para los países.
Sin embargo, acotó que asistir a la fiesta de los buques de sexta y séptima generación, no será para todos los puertos, sino para muy pocos. Por ello, advirtió que el reto de adecuar las infraestructuras tendrá que hacerse de forma muy consiente, porque no es recomendable hacer “elefantes blancos”.
Este tipo de buques tienen una lógica operativa de recalar cada vez menos puertos, y concentrarse exclusivamente en aquellos que manejan los mayores volúmenes de contenedores mediante la consolidación de mercados, de ahí la importancia de tomar decisiones correctas en materia de inversiones de infraestructura portuaria.
Estos puertos requerirán importantes conexiones terrestres con el ferrocarril y el autotransporte, para alcanzar mayores mercados vía su conectividad por carreteras y vías férreas, así como rutas marítimas para redistribuir carga contenerizada hacia otros puertos menores.
Sánchez expuso que en algunos países hay una falta de visión a seguir la tendencia del comercio que va seleccionando naturalmente, aquellos corredores comerciales más eficientes y a través de los cuales se hacen cadenas logísticas con menores costos y cobertura de los principales mercados.
En el marco del Congreso Portuario que realiza aquí la Asociación de Terminales y Operadores Portuarios (ATOP), sostuvo que los puertos deben dejar de ver hacia atrás para ver el futuro y adaptarse a los nuevos cambios que ha tenido la industria. “Es verdad. Los puertos han avanzado en Latinoamérica y hoy están mejor que antes, pero debemos avanzar a los nuevos retos que se tienen en logística”, principalmente en materia de conectividad terrestre.
Antes, Héctor López, director general de la consultora Inopesa, recomendó diseñar políticas que conecten el desarrollo urbano con el costero para vincular más a las entidades colindantes con el mar, con sus puertos, pues ocurre que viven desconectados y no se logra una planificación acorde al desarrollo.
Recomendó aprovechar el transporte marítimo para beneficiar al país de menores costos logísticos, y empezar a cambiar nuestra cultura logística a través del camión, dado que este no es el modelo más eficiente.
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Pues, de acuerdo con la tendencia que han seguido los buques que llegan a los puertos latinoamericanos, el experto en temas portuarios de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), Ricardo Sánchez, estima que para el año 2017 comenzarán a llegar los buques portacontenedores con capacidad de 13 y 14 mil TEU’s, lo cual representará retos importantes en materia de adecuación de las infraestructuras para los países.
Sin embargo, acotó que asistir a la fiesta de los buques de sexta y séptima generación, no será para todos los puertos, sino para muy pocos. Por ello, advirtió que el reto de adecuar las infraestructuras tendrá que hacerse de forma muy consiente, porque no es recomendable hacer “elefantes blancos”.
Este tipo de buques tienen una lógica operativa de recalar cada vez menos puertos, y concentrarse exclusivamente en aquellos que manejan los mayores volúmenes de contenedores mediante la consolidación de mercados, de ahí la importancia de tomar decisiones correctas en materia de inversiones de infraestructura portuaria.
Estos puertos requerirán importantes conexiones terrestres con el ferrocarril y el autotransporte, para alcanzar mayores mercados vía su conectividad por carreteras y vías férreas, así como rutas marítimas para redistribuir carga contenerizada hacia otros puertos menores.
Sánchez expuso que en algunos países hay una falta de visión a seguir la tendencia del comercio que va seleccionando naturalmente, aquellos corredores comerciales más eficientes y a través de los cuales se hacen cadenas logísticas con menores costos y cobertura de los principales mercados.
En el marco del Congreso Portuario que realiza aquí la Asociación de Terminales y Operadores Portuarios (ATOP), sostuvo que los puertos deben dejar de ver hacia atrás para ver el futuro y adaptarse a los nuevos cambios que ha tenido la industria. “Es verdad. Los puertos han avanzado en Latinoamérica y hoy están mejor que antes, pero debemos avanzar a los nuevos retos que se tienen en logística”, principalmente en materia de conectividad terrestre.
Antes, Héctor López, director general de la consultora Inopesa, recomendó diseñar políticas que conecten el desarrollo urbano con el costero para vincular más a las entidades colindantes con el mar, con sus puertos, pues ocurre que viven desconectados y no se logra una planificación acorde al desarrollo.
Recomendó aprovechar el transporte marítimo para beneficiar al país de menores costos logísticos, y empezar a cambiar nuestra cultura logística a través del camión, dado que este no es el modelo más eficiente.
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Pues, de acuerdo con la tendencia que han seguido los buques que llegan a los puertos latinoamericanos, el experto en temas portuarios de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), Ricardo Sánchez, estima que para el año 2017 comenzarán a llegar los buques portacontenedores con capacidad de 13 y 14 mil TEU’s, lo cual representará retos importantes en materia de adecuación de las infraestructuras para los países.
Sin embargo, acotó que asistir a la fiesta de los buques de sexta y séptima generación, no será para todos los puertos, sino para muy pocos. Por ello, advirtió que el reto de adecuar las infraestructuras tendrá que hacerse de forma muy consiente, porque no es recomendable hacer “elefantes blancos”.
Este tipo de buques tienen una lógica operativa de recalar cada vez menos puertos, y concentrarse exclusivamente en aquellos que manejan los mayores volúmenes de contenedores mediante la consolidación de mercados, de ahí la importancia de tomar decisiones correctas en materia de inversiones de infraestructura portuaria.
Estos puertos requerirán importantes conexiones terrestres con el ferrocarril y el autotransporte, para alcanzar mayores mercados vía su conectividad por carreteras y vías férreas, así como rutas marítimas para redistribuir carga contenerizada hacia otros puertos menores.
Sánchez expuso que en algunos países hay una falta de visión a seguir la tendencia del comercio que va seleccionando naturalmente, aquellos corredores comerciales más eficientes y a través de los cuales se hacen cadenas logísticas con menores costos y cobertura de los principales mercados.
En el marco del Congreso Portuario que realiza aquí la Asociación de Terminales y Operadores Portuarios (ATOP), sostuvo que los puertos deben dejar de ver hacia atrás para ver el futuro y adaptarse a los nuevos cambios que ha tenido la industria. “Es verdad. Los puertos han avanzado en Latinoamérica y hoy están mejor que antes, pero debemos avanzar a los nuevos retos que se tienen en logística”, principalmente en materia de conectividad terrestre.
Antes, Héctor López, director general de la consultora Inopesa, recomendó diseñar políticas que conecten el desarrollo urbano con el costero para vincular más a las entidades colindantes con el mar, con sus puertos, pues ocurre que viven desconectados y no se logra una planificación acorde al desarrollo.
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