La hoy finada Margaret Thatcher, ex primer ministra británica (1979-1990), fue con su política privatizadora -entre muchas otras cosas-, quien revolucionó la infraestructura logística del Reino Unido y, con ello, impactó al mundo con sus decisiones.
En mayo de 1979, cuando asumió como primera ministra, se encontró con un aparato industrial propiedad del Estado británico, bastante obeso e ineficiente, que tenía grandes pérdidas económicas. Los gobiernos laboristas que le antecedieron habían engrosado la estructura del Estado con empresas como líneas navieras, astilleros, aeropuertos, compañías de autotransporte y líneas aéreas, entre otras.
En febrero de 1981, la ex primer ministra privatizó British Aerospace, la cual se integró como parte de lo que hoy es el consorcio europeo Airbus, al cual ha contribuido con el desarrollo tecnológico, además de crearse la marca BAE Systems de tecnología para aviones y barcos.
En febrero de 1982 tomó su segunda decisión de impacto a la logística cuando privatizó la National Freight Corporation (NFC), la compañía más grande de transporte y servicios a la carga del Reino Unido, que fue creada en 1948. Con su privatización se convirtió en NFC Plc y se listó en el Financial Times Stock Exchange (FTSE) en 1989. En los 90 fue renombrada como Exel y se convirtió en el operador logístico más grande del mundo, con operaciones en los cinco continentes, y uno de los más eficientes por sus reconocidos sistemas. En 2004 adquirió a su competidor Tibbett & Britten por 710 millones de dólares. El 14 de diciembre de 2005, Deustche Post compra Exel y la consolida en DHL para ser hoy el grupo de logística más grande del mundo.
Los puertos del Reino Unido eran prácticamente controlados por los sindicatos, que habían adquirido un gran poder. La eficiencia estaba por los suelos y su operación en constante riesgo por las amenazas de huelga. En febrero de 1983, Thatcher dio un golpe de timón a los puertos y privatizó a la entidad controladora, la Associated British Ports, y pasaron a manos de consorcios privados como Hutchison Port Holding, que en ese momento ya controlaba el puerto de Hong Kong. Se creó también la empresa P&O Ports, que llegó a crecer a nivel global hasta colocarse en el top ten de los operadores portuarios más grandes del mundo. En 2006, el consorcio financiero Goldman Sachs compró la empresa en 2 mil 700 millones de libras esterlinas.
En 1985, la primera ministra continuó la privatización con las líneas navieras y empresas de astilleros con la desincorporación de la empresa British Shipbuilders que en ese momento tenía 62 mil empleados y controlaba el 97% de la marina mercante británica, así como la totalidad de la fabricación y reparación de embarcaciones.
Con su desincorporación surgieron empresas como BAE System Marine, reconocida hoy mundialmente como desarrolladora de tecnología para la industria marítima, y se fortaleció la naviera P&O Nedlloyd con la adquisición de una parte importante de la flota mercante que integró a su negocio portuario.
En febrero de 1987 le tocó el turno a Bristish Airways, la línea aérea de bandera británica, misma que se enlistó en el FTSE en los 90 y adquirió otras aerolíneas menores del Reino Unido. En 2011 completó la fusión con la española Iberia para crear el grupo International Airlines Group (IAG), convirtiéndose en la tercer aerolínea más grande del mundo y en la segunda en Europa después de Lufthansa.
Thatcher continuó modernizando la logística y la movilidad de personas en su país con la privatización en julio de 1987 de la Autoridad Aeroportuaria Británica, la entidad controladora de los aeropuertos de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda.
La también conocida como “Dama de Hierro” al modernizar la economía del Reino Unido incluyó dentro de sus privatizaciones a la petrolera British Petroleum, Cable & Wireless, Jaguar, Rolls-Royce y British Telecom, entre otras empresas del sector minero y de servicios, y con ello, como bien sentenció Freud, otros países como México siguieron su ejemplo privatizador.
Por el tamaño de la economía británica sin embargo, el impacto que su proceso privatizador tuvo sobre el resto del mundo fue significativo en diferentes áreas económicas. Hoy, aquí, hemos destacado aquellos que se dieron en el rubro de la logística en reconocimiento a una parte de su legado al mundo. (QEPD)
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