A esa mala nota, se suma el anuncio reciente de la naviera más grande del mundo, Maersk Line, de suspender el tránsito por el Canal panameño de sus rutas de Asia a la Costa Este de los Estados Unidos. La empresa cubrirá ese mercado, por razones de costos, a través del Canal de Suez.
Soeren Skou, CEO de Maersk Line, hizo el anuncio el lunes en Singapur. Ahí resaltó que por razones de costos, la empresa ha decidido a partir del 7 de abril próximo, cuando cruzará el Canal de Panamá el último buque de Maersk en la ruta Asia-Costa Este de los Estados Unidos, cambiar todos sus tránsitos a la nueva ruta por el Canal de Suez.
La decisión de Maersk está basada exclusivamente en razones de tipo económico. La máxima capacidad de buques que permite el Canal panameño es de 4 mil 500 TEUs (contenedores de 20 pies). El Canal de Suez, por su parte, le permitirá a la naviera operar la ruta con menos buques, ya que introducirá barcos con capacidad de 9 mil TEUs, es decir, un barco por cada dos que tenía en la ruta que mantiene hasta principios de abril.
La ruta Asia-Costa Este de los Estados Unidos a través del Canal de Suez es apenas 4 o 5% más larga que la trayectoria vía Panamá. Pero además de reducir en 50% el número de buques en operación y aprovechar los ahorros que la economía de escala le permitirá a la naviera danesa, Soeren Skou también hizo énfasis en el ahorro que se obtendrá al dejar de pagar los 450 mil dólares de peaje que cada buque de 4 mil 500 TEUs abona por cruzar la vía interoceánica panameña.
Las empresas navieras sufrieron en 2012 la presión dentro de su estructura de costos de los precios del combustible y la baja de las tarifas por la disminución de los volúmenes de comercio exterior, generados por la desaceleración económica que han enfrentado en los últimos meses los principales bloques económicos (Europa, China y Norteamérica).
Neptune Orient Lines, la empresa controladora de APL Line, estaría explorando una estrategia similar para esa ruta, debido también a los cortes de sus costos de operación. Las dos navieras han implementado bajar la velocidad de sus buques para ahorrar combustible mientras esperan mejores tiempos para las tarifas.
En los últimos cinco años, las tarifas del Canal de Panamá se han triplicado. Por ello, Maersk Line ha adoptado esta estrategia y advirtió que, en el futuro, regresar en esa ruta a hacer uso de la vía acuática del país centroamericano dependerá de los costos económicos que ésta tenga.
Con la obra de ampliación del Canal de Panamá, cuyo costo se estima en 5 mil 250 millones de dólares, la vía acuática ha echado mano de su propio flujo de caja para amortizar las inversiones que se van realizando con los diferentes contratistas, para lo cual ha realizado un rebalanceo de tarifas en los últimos años, que le han significado varios reclamos y ahora hasta el retiro de servicios por parte de algunos clientes.
Aún en servicios de infraestructura como lo es el Canal, la fijación de un precio que sea acorde con el valor proporcionado, versus el costo de las alternativas como lo es la ruta vía el Canal de Suez, debe de ser ponderada; más aún si ya se empiezan a perderse servicios frente a las opciones que le compiten.
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