Ante los sucesos inevitable de la naturaleza, las compañías deben contar con un plan de contingencia que les permita minimizar los impactos y repercusiones en el negocio que esto pueda dejar, sin dejar de lado salvaguardar la integridad de las y los trabajadores.
Una vez más las inclemencias de la naturaleza mostraron el gran daño que puede causar en la logística y las cadenas de suministro, cuando el jueves pasado la tormenta tropical “Alberto” tocó tierra en el noreste de México, dejando varados a los transportistas que transitaban por las principales rutas que van y vienen de Laredo, Texas, en donde diariamente se operan entre 15 mil y 18 mil unidades de transporte en ambos sentidos.
En estos casos, salvaguardar la vida humana es prioritario. El gobernador de Nuevo León, Samuel García, acordó que todas las personas se quedaran en su casa hasta que pasara la tormenta, pero la recuperación de la actividad de la población y de las empresas es lo complicado.
Por ejemplo, como lo mencionó Javier Cendejas Meneses, director de Relaciones Institucionales en Dicex, era necesario tomar acciones ante los acontecimientos en la zona noreste donde estaban paradas las unidades de carga, por lo que recomendó que la aduana tuviera horarios de 24 horas mientras se normalizara el flujo de mercancías, mismo que se vio afectado.
Tan solo en el país, el resumen ejecutivo del estudio Impacto Socioeconómico de los Desastres en México durante 2022, publicado por el Gobierno federal, señala que en ese año ocurrieron 570 acontecimientos de esa índole, generando daños y pérdidas por 16 mil 600 millones de pesos.
Por ello, Miguel Guzmán, director general de PISVI Mobility, comentó que uno de los puntos más importantes que deben considerar las empresas es un análisis de riesgo del negocio, incluso un plan financiero establecido en el que se determine cómo se debe actuar en estas situaciones.
“Por ejemplo, en el tema financiero qué vamos a hacer si hay una inundación, si nos quedamos sin producto por el tema de rapiña, si hay un daño estructural. Se debe tener un plan de acción, un plan financiero de dónde vamos a tomar recursos para hacerlo, cómo vamos a trabajar primero con nuestra gente, asegurar que estén en las mejores condiciones, ayudemos primero ahí para que después nos ayuden a levantar el negocio”, dijo.
Posteriormente, para echar a andar este plan se debe asegurar la integridad física para después reactivar las cadenas de suministro, explica el especialista.
Por otro lado, la seguridad de los trabajadores es prioridad, ya que la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes indica que cerca del 7% de los accidentes en las carreteras federales se deben a factores naturales como la lluvia.
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