La Cuarta Transformación ha generado un ambiente de claroscuros para el sector del autotransporte de carga y la industria productora de vehículos pesados. La administración de Andrés Manuel López Obrador, que concluye el 1 de octubre próximo, deja temas más que pendientes y se espera que sean retomados por el Gobierno federal entrante, al mando de la presidenta electa, Claudia Sheinbaum Pardo.
Durante estos últimos seis años, la venta, producción y exportación de vehículos comerciales ha batido récords progresivamente, llegando a romper la barrera de las 55 mil unidades comercializadas en 2023, a la par de que se manufacturaron más de 222 mil unidades y en términos de exportación se alcanzó las 177 mil.
En opinión de Alejandro Osorio, director de Asuntos Públicos y Comunicación de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), la industria continúa siendo una potencia a nivel mundial en producción y exportación, sin embargo, es necesario tomar las acciones necesarias para conservar este lugar.
Si bien se observaron avances como la publicación de la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, es necesario dar continuidad a la atención de problemáticas añejas como la renovación del parque vehicular de la mano de instrumentos financieros e incentivos fiscales, impulsar la descarbonización del transporte y la generación de energías renovables.
Así mismo, generar bases de datos confiables sobre el estado de la flota y mantener las condiciones de atracción de inversiones con certidumbre jurídica y políticas públicas certeras, en un marco de Estado de derecho. Igualmente, fortalecer y facilitar el comercio exterior con la agilización de trámites aduaneros y contar con la infraestructura necesaria para evitar cuellos de botella.
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