Los principales sectores productivos de México están experimentando una desaceleración, lo que pudiera impactar significativamente la demanda de servicios logísticos y comerciales, identifica un análisis reciente de CIAL Dun & Bradstreet.
Según el análisis, la economía mexicana ha mostrado signos de desaceleración en los sectores agropecuario, industrial y de servicios. Así tenemos que durante el primer trimestre de este año, el Producto Interno Bruto (PIB) creció apenas un 1.9% anual, el ritmo más bajo desde el primer trimestre de 2021, cuando el país comenzaba a recuperarse de la crisis de la pandemia de 2020.
El sector agropecuario registró un modesto aumento del 0.7% anual. Por su parte, el sector industrial creció solo un 1.5%, reflejando un estancamiento en las manufacturas por varios trimestres consecutivos.
Además, la construcción ha mostrado una significativa desaceleración tras un fuerte crecimiento en la segunda mitad del año pasado. En tanto, el sector de servicios, aunque creció un 2.4%, también ha visto una moderación en su ritmo de expansión.
Los analistas de CIAL Dun & Bradstreet esperan que el PIB de México crezca un 2.1% este año, una ligera revisión a la baja respecto a la estimación previa de 2.3 por ciento. Mientras que para 2025, se proyecta un crecimiento del 2.8 por ciento.
Además, la inflación en la primera quincena de mayo alcanzó el 4.78% anual, en línea con las expectativas del mercado. Sin embargo, mientras la inflación subyacente descendió a un 4.31%, los precios no subyacentes continuaron aumentando a un ritmo del 6.27% anual, lo que anticipa mayores incrementos en los meses próximos. Este comportamiento inflacionario sugiere que el Banco de México mantendrá su tasa de referencia en el actual 11.00% para contener la inflación.
Entre tanto, el sector comercial también ha comenzado a sentir los efectos de la moderación económica. Las ventas al por mayor han permanecido débiles debido al estancamiento industrial en Estados Unidos y al bajo desempeño de las exportaciones mexicanas. Por su parte, las ventas al por menor registraron un crecimiento modesto del 0.6% anual en marzo, una desaceleración significativa en comparación con meses anteriores. Este lento crecimiento podría estar vinculado, según el análisis, a la desaceleración del empleo, las altas tasas de interés y la moderación en los salarios reales.
En contraste, los ingresos por servicios privados no financieros crecieron un 3.9% real anual en marzo, alineándose con el desempeño positivo del PIB de servicios, que sigue superando al sector industrial en términos de crecimiento.
Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) estimó un crecimiento de la economía mexicana de alrededor de 1.7% anual en abril, tras buenos resultados en febrero y marzo. No obstante, se espera una moderación en el crecimiento a lo largo del año, con una proyección del PIB del 2.2% para 2024 según la encuesta de Citibanamex.
El análisis de CIAL Dun & Bradstreet también muestra que en lo que va del año, los mercados financieros han mostrado una evolución positiva. El tipo de cambio se ha mantenido por debajo de los 17 pesos por dólar, lo que podría ofrecer cierta estabilidad económica en un contexto de desafíos globales y locales.
El escenario de desaceleración que afecta a todos los sectores productivos plantea retos significativos para la demanda de servicios logísticos y comerciales, mientras que la inflación y las tasas de interés altas continúan siendo preocupaciones persistentes. Sin embargo, las expectativas de crecimiento para 2025 ofrecen una perspectiva de recuperación moderada que podría revitalizar la economía del país.
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