*Por Astrid Karam
La ciberseguridad y los riesgos cibernéticos son temas de gran relevancia en el sector marítimo, donde la tecnología y la conectividad juegan un papel fundamental en las operaciones diarias. Los avances tecnológicos han permitido una mayor eficiencia y automatización en la industria marítima, pero también han abierto la puerta a posibles amenazas cibernéticas que podrían tener consecuencias devastadoras.
El sector marítimo se encuentra altamente interconectado, desde los sistemas de navegación y comunicación en los buques hasta las plataformas de gestión de la cadena de suministro y los sistemas de control de puertos. Estas conexiones ofrecen numerosas ventajas, como la optimización de rutas y la mejora de la eficiencia operativa, pero también aumentan la exposición a posibles ataques cibernéticos.
Los riesgos cibernéticos en el sector marítimo pueden manifestarse de diversas formas. Como en cualquier sector, las empresas pueden sufrir filtraciones de datos, multas o sanciones por parte de los organismos reguladores o incluso ataques de ransomware que son cada vez más comunes, lo que podría paralizar por completo las actividades marítimas por una encriptación de datos.
Sin embargo, el sector también está expuesto a otro tipo de ataques específicos a la industria. Por ejemplo, los ciberdelincuentes pueden intentar acceder a los sistemas de navegación de los barcos para alterar las rutas o interferir con las comunicaciones. También pueden buscar vulnerabilidades en los sistemas de gestión de carga y descarga, lo que podría resultar en la manipulación de datos o en la interrupción de las operaciones portuarias.
La ciberseguridad en el sector marítimo es un desafío complejo que requiere una combinación de medidas técnicas, organizativas y de concienciación. Es fundamental implementar políticas y procedimientos de seguridad sólidos, así como contar con tecnologías avanzadas de protección cibernética. Esto implica la adopción de sistemas de detección y respuesta ante incidentes, así como la implementación de mecanismos de copia de seguridad y recuperación de datos. Además, es esencial capacitar y concienciar al personal sobre las mejores prácticas de seguridad cibernética y la detección de los mecanismos de entrada más utilizados por los hackers, como el phishing. Aparte de mitigar el riesgo, también se pueden buscar estrategias de transferencia de riesgo a una póliza de seguros.
La colaboración entre los diferentes actores del sector marítimo también es crucial para garantizar la ciberseguridad. Esto incluye a las autoridades marítimas, las empresas navieras, los puertos y terminales, los proveedores de servicios tecnológicos, organismos reguladores y el sector financiero donde actores como las aseguradoras y financieras han desarrollado varias herramientas en esta materia. Es necesario establecer mecanismos de intercambio de información y buenas prácticas, así como promover la cooperación en la detección y respuesta ante posibles amenazas cibernéticas.
En conclusión, la ciberseguridad y los riesgos cibernéticos representan un desafío significativo en el sector marítimo. Es fundamental tomar medidas proactivas para proteger las infraestructuras críticas y garantizar la seguridad de las operaciones marítimas. La colaboración, la concienciación y la implementación de tecnologías avanzadas son clave para hacer frente a estas amenazas y asegurar un entorno seguro y confiable en el sector marítimo.
*Astrid Karam actualmente es Marine Cargo & Logistics and Aviation Vice President en Marsh Latinoamérica.
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