La aviación mexicana necesita una política de Estado desde hace muchas décadas. La discusión sobre un nuevo aeropuerto, la incertidumbre que se percibe en muchas aerolíneas y el fantasma de una nueva crisis, hacen indispensable que quienes llevarán las riendas del sector hagan un ejercicio de planeación y de conciliación de visiones e intereses para conformar una política pública y que esto se vea reflejado en el nuevo Plan Nacional de Desarrollo, que por ley cada gobierno debe publicar en los primeros meses de su administración.
El costo de la construcción de una terminal aérea en la Base Militar de Santa Lucía no será más cara que el NAIM, de acuerdo con Jiménez Espriú.
Aunque el Colegio de Ingenieron considera viable el NAIM el mantenimiento constante por hundimientos del suelo en Texcoco es el principal reto.
La premisa es contundente: El Aeropuerto Internacional “Benito Juárez” de la Ciudad de México (MEX), también conocido por sus siglas AICM, está saturado; ya no puede crecer más, por lo tanto, el Valle de México requiere urgentemente de un nuevo aeropuerto para complementarlo o de plano para sustituirlo por completo, por lo menos en lo que toca a la aviación comercial.
Los implicados en el manejo de la carga aérea asumen que se debe considerar algo más que el espacio o la inversión en la elección de un nuevo recinto aeroportuario.
El aumento en la inversión del NAIM se debe al aumento de capacidad de carga y pasajeros para su primera etapa de operación.
El proyecto del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía contempla mayor espacio para los almacenes que el NAIM.
Ahora sí que con “bombo y platillo”, el gobierno panista de Vicente Fox anunció a finales del año 2001 la construcción de un nuevo aeropuerto para la Ciudad de México en la zona de Atenco, Estado de México, obra indispensable para mantener la debida conectividad aérea del país ante la saturación que registra desde hace décadas el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Después de más de 40 años parece que volvemos al principio. La construcción de un nuevo aeropuerto para el valle de México ha sido la piedra con la que cada administración se ha topado a lo largo de las décadas y, como en el mito de Sísifo, cuando parece que estamos a punto de llegar a la cima, la tal piedra vuelve a rodar hasta el fondo.
Es obvio que determinar el sitio idóneo para un aeropuerto es difícil: implica estudios, mediciones, búsqueda de recursos, jaloneos, grillas, intereses encontrados y presiones sociales.
Los usuarios exigen que los encargados de los procesos cuenten con capacitación continua para seguir mejorando tiempos y hacer más eficiente la labor logística.
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Por el momento Latin NCAP sólo refiere a la versión que es fabricada en Brasil.
¿Aplica también para la versión fabricada en la India
Pues sí que ha revolucionado el comercio a través de internet, ya todo es digital. Como ahora yo...