Las naves con poca flexibilidad y no diseñadas para el almacenaje y constante movimiento de mercancías pasaron a segundo plano e inmobiliarias especializadas como AMB Property Corporation en sociedad con GAcción, Grupo Meta y Frisa han capitalizado y resucitado gran parte de la demanda de centros de distribución, especialmente en el área norte de la Ciudad de México.
La definición de este tipo de edificio es que posee alturas de hasta de 10 metros, cuenta con un mayor número de andenes para carga y descarga, más patios, sistemas contra incendios, pisos que resisten de peso arriba de 8 toneladas por metro cuadrado y son superficies de hasta 15 mil metros cuadrados.
“Estos centros de distribución están enfocados a proveer y facilitar el intercambio para que llegue la mercancía a los diferentes establecimientos, están muy enfocados a grandes consorcios, como Wal-Mart o P&G, compañías que manejan un sinfin de productos y necesitan tener un espacio o una bodega de última generación, un edificio totalmente diferente a la clásica bodega de maquiladora”, explicó Guillermo Espinosa, jefe regional del Bajío de GAcción, el segundo jugador en importancia en este nuevo formato.
Para 2005, GAcción tiene un agresivo programa de inversión de aproximadamente 560 millones de dólares para desarrollar grandes centros logísticos.
“Grupo O´Donell, fondeado por Prudential, está construyendo naves en la zona industrial de San Martín Obispo, como el centro de distribución de Mattel, otro caso es CPA que acaba de comprar terrenos en Cuautitlán donde la idea es desarrollar centros de distribución”, dijo José González, director comercial e industrial de Cushman & Wakefield.
Otras empresas que recientemente se alojaron en nuevos centros de distribución son Dupont, Soriana, Comercial Mexicana, Wal-Mart, P&G y Kraft.
“En el Estado de México, San Martín Obispo es un buen ejemplo, Kraft ha decidido ubicarse en ese parque y rentar una nave de 40 mil metros cuadrados, exclusivamente para la carga y descarga de sus productos para que sean distribuidos a toda su clientela”, agregó Espinosa.
Sectores como el farmacéutico, químico, libros, automotriz, agroalimentario y electrónicos se han sumado a la construcción de centros de distribución, un edificio que anteriormente sólo lo utilizaban empresas de productos de consumo y tiendas de autoservicio.
El formato ha crecido como espuma. “El crecimiento de este tipo de naves se ha dado en la Ciudad de México, pasando de 1.5 a 2.8 millones de metros cuadrados disponibles del 2002 al 2004 y en Monterrey de 3 millones de metros cuadrados a 3.7 millones”, mencionó Antonio Román, director de CB Richard Ellis.
Otras ciudades con importancia en cuanto a disponibilidad de centros de distribución son Toluca con 1.5 millones de metros cuadrados y Querétaro con 1.4 millones.
“Es un negocio inmobiliario valuado en más de 150 mil millones de dólares y con una tasa de crecimiento del 20 por ciento en los últimos 3 años”, dijo Espinosa, de GAcción.
Y es que los beneficios tanto para las empresas como para las inmobiliarias, dueñas de esos espacios, son evidentes.
En el caso de las primeras, la compañía puede lograr una reducción en costos de hasta un 25 por ciento, optimizar el manejo de inventarios e introducir nuevos conceptos como el “just in time” y el “just in secuence”.
Mientras que la ganancia para las inmobiliarias en la venta o arrendamiento por metro cuadrado puede ser de hasta el doble que si ofrecieran una nave industrial simple. La renta por metro cuadrado en un centro de distribución oscila entre 450 y 550 dólares.