El consumidor digital en México está rompiendo esquemas comerciales y logísticos.
Mientras se muestra una mayor confianza para realizar compras a través de Internet, las empresas que participan en esta actividad han ingresado a un esquema más “democrático” en temas de formas de pago y envíos.
En 2017 los e-consumidores en el país gastaron poco más de 396 mil millones de pesos en 2017, un incremento anual de 20.1%, de acuerdo con el Estudio de Comercio Electrónico 2018 de la Asociación de Internet.
Estas compras se concretaron a través de distintos canales.
En el estudio se reveló que dentro de la preferencia de los consumidores en el uso en métodos de pago las tarjetas de crédito y débito obtuvieron un 65%, respectivamente; le siguió el monedero electrónico (33%) y depósito bancario (12%).
Otros métodos con menor incidencia fueron: pago contra entrega (8%), tiendas de conveniencia (7%), pago tienda departamental (6%), tarjeta prepagada (5%), pago en supermercado (5%), tarjeta regalo (4%), pago bancario referido (3%), código de pago (3%) y farmacia (1%).
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Estos porcentajes tienen una relación directa precisamente con los métodos de pago ofrecidos por los comercios involucrados en el e-commerce.
En este caso, la oferta se divide de la siguiente manera: tarjetas de crédito (95%), monedero electrónico (92%), tarjetas de débito (90%), depósito bancario (50%), tiendas de conveniencia (45%), tarjetas de regalo (25%), pago bancario referido (23%), tarjeta prepagada (13%), pago tienda departamental (10%), farmacia (10%), pago contra entrega (10%), código de pago (10%) y pago en supermercado (8%).
Así mismo, una parte esencial en la actividad del comercio electrónico es hacerle llegar al consumidor su producto, por lo que los métodos de envío actuales también ofrecen distintas características.
En un primer lugar el estudio de la Asociación de Internet refiere que cinco de cada 10 empresas cobran el envío de sus productos, esto se correlaciona con los comercios que no cobran este gasto, pues el 83% de estos Comercios ofrecen este servicio de manera gratuita.
Así mismo, un 13% de las empresas realiza un envío con costo al cliente, otro 13% lo hace de manera dividida y un 3% solicita que el cliente lo recolecte en tienda.
La omnicanalidad es vista en el sector del retail como la oportunidad de las empresas de colocar sus productos en distintos canales de venta tradicionales o electrónicos y, con ese alcance, realizar distintas estrategias comerciales, soportadas por una logística eficiente.
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