Tras el boom de diversas empresas, principalmente de origen chino, que comercializan productos en sus propios marketplace (mercados electrónicos) y que han encontrado en México una oportunidad enorme del mercado, las compañías dedicadas a servicios de mensajería y paquetería han observado un cambio en las condiciones del mercado que las han empujado a tomar decisiones que van desde la reducción de costos, hasta elegir no competir en este nicho que por su naturaleza no resulta un buen negocio.
Es una realidad que las mercancías provenientes de Asia, principalmente de China, tienen un costo bajo, lo que ha presionado a las empresas de logística para que el precio que ofrezcan para las entregas en la última milla sea muy bajo, porque el consumidor no quiere pagar más por el envío que por el propio valor del producto.
“Yo le llamo descremar el mercado, en el sentido de que se está creando un nicho de mercado que demanda muchos recursos y que hay que atender, pero que al mismo tiempo no quiere pagar por esos servicios”, detalló en entrevista para T21 Griselda Hernández, directora Comercial y de Mercadotecnia de Estafeta Mexicana.
Ante esta situación diversas empresas de origen extranjero han creado una solución tipo “uberizada” en la que, mediante una plataforma digital, ofrecen la distribución de paquetes a través de personas que tienen disponibilidad de tiempo y de algún medio de transporte. Lo que ha presionado a las empresas que cuentan con más y mejor infraestructura logística, que además cumplen con la carga social de operar en México.
“La competencia siempre va a ser bienvenida porque la competencia te hace ser mejor, pero donde sí tenemos que cuestionarnos y poner el foco es si la competencia está llegando a generarnos esa competitividad o no está llegando a generarnos un proceso en el cual se devalúe el valor del servicio”, comentó Hernández.
Dichas empresas son capaces de ofrecer al mercado un costo mucho más bajo porque sólo pagan la infraestructura tecnológica de sus plataformas, caso opuesto a las empresas que generaron ya una infraestructura logística que sostiene toda la distribución, ya sea con inversiones en instalaciones, oficinas, vehículos, aviones, empleados, etc.
Desde el punto de vista de la ejecutiva de Estafeta, la oferta y la demanda podrían encaminar a algunas empresas a bajar los costos de sus servicios y que esto desate una guerra de precios en el mercado, que desde su punto de vista es insostenible.
“Existe la falacia del envío gratis, la realidad es que no hay ningún envío gratis, alguien termina pagando ese servicio”, afirmó Hernández.