Hasta 2019 las cadenas de suministros de las grandes empresas a nivel global buscaban operar bajo el modelo logístico del just in time “y éramos felices”, de acuerdo con Antonio Arranz, CEO de DHL Express México.
Llegó 2020 y con él el recrudecimiento de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la pandemia y las disrupciones en las cadenas de calor, así como como la agudización de los efectos del cambio climático. Entonces este modelo just in time cambió y las cadenas de suministro pasaron de ser eficientes a confiables, de acuerdo con el directivo.
“Todas las cadenas de suministro están trabajando en ser redundantes”, indicó en conferencia de prensa. Esto significó la búsqueda de mejores sitios para establecer las líneas de producción, un fenómeno que ha sido nombrado como nearshoring, aunque esto ha tenido repercusiones inflacionarias en el mundo, según Arranz.
México ha sido uno de los países que los inversionistas o las grandes empresas han evaluado para establecer sus operaciones industriales, un país que tiene como ventana su cercanía con Estados Unidos.
El CEO de DHL Express en México indicó que, aunque hay un sector entre los analistas que asegura que la segunda economía en América Latina aún no observa una verdadera atracción de capitales por el efecto del nearshoring, en su operación ya se empieza a notar un efecto en cuanto a los envíos de exportación, con un incremento de 45% en los productos de entre 70 y 300 kilogramos, más que nada de mercancías intermedias, que son enviados a Estados Unidos para realizar inspecciones de calidad.
“Lo que vemos es que a partir del verano (de 2023) las plantas que empezaron a construirse ya son operativas”, afirmó el ejecutivo.
Así mismo, Antonio Arranz advirtió que un gran reto que enfrenta el país en el tema de atracción de nuevas inversiones por nearshoring es el tipo de energía eléctrica que se ofrece a las empresas, ya que algunas de ellas tienen compromisos con criterios ESG (factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo por sus siglas en inglés), y entre sus objetivos está el utilizar energías “limpias”.
“Hoy no te puedes conectar a una energía limpia. Te conectas a CFE (Comisión Federal de Electricidad) y no te dice qué te da”, indicó.
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