Si alguno de sus embarques o fletes le sucedió algo en carretera en los últimos días en Veracruz, Campeche o Yucatán es altamente probable que no haya contado con apoyo de la Guardia Nacional (GN). Y es que nada más de cada uno de esos tres estados se llevaron seis mil elementos del cuerpo policial militarizado, o sea, 18 mil elementos para relocalizarlos a las labores de ayuda y vigilancia de Acapulco tras el desastre que dejó en el puerto guerrerense el huracán Otis.
Así que descobijaron a los tres estados del sureste del país en materia de vigilancia, seguridad y supervisión en carreteras por parte de la GN y para beneplácito de los grupos del crimen organizado. Pero lo más crítico sin duda es Veracruz, una de las entidades que aparecen entre el top 4 nacional de los estados en donde más robos al autotransporte se registran por parte de bandas delictivas.
Y es que hay que agregar que apenas a principios del mes de octubre también ya se había cambiado al coordinador de la Guardia Nacional en el estado de Veracruz, general brigadier Diplomado de Estado Mayor, Rogelio García Pérez, quien apenas tenía cuatro meses en el puesto y tras haber dado resultados en su responsabilidad, lo trasladaron a apagar los fuegos del estado de Guanajuato, el top 3 nacional.
Apenas como que empezábamos a salir del hoyo en Veracruz y de pronto estamos otra vez hundiéndonos.
Canal de Suez ¿otra vez en riesgo?
El secuestro del buque “Galaxy Leader” de la naviera japonesa Nippon Yusen Kaisha (NYK) en el Mar Rojo ha puesto en alerta a las navieras del mundo, luego de que terroristas hunties de Yemén, simpatizantes de Irán y Palestina, amenazaran con secuestrar embarcaciones israelíes en represalia por la guerra entre Israel y Gaza.
El buque de NYK no tiene ningún interés de entidades o personas israelíes, pero aun así se dio su secuestro, lo cual puso en alerta a todas las navieras que usan el Mar Rojo para cruzar el Canal de Suez, una vía corta de acceso al Mediterráneo por la cual cruza el 12% del comercio global cada año.
De complicarse el tráfico marítimo en dicha vía interoceánica, las repercusiones para el comercio global serían ingentes, basta recordar los estragos que causó en marzo de 2021 el buque Ever Given cuando una fuerte ventisca del desierto lo giró a estribor interrumpiendo el tráfico sobre la vía acuática durante seis días.
El momento no es oportuno considerando que la otra vía interoceánica relevante para el comercio mundial, el Canal de Panamá, enfrenta en los últimos meses restricciones a la circulación de buques debido a la prolongada sequía que mantiene bajos los niveles del lago Gatún, la fuente de agua dulce que posibilita el tránsito a través de esa escalera y vía acuática.
Comenta y síguenos en X: @GrupoT21